Perdon: Capitulo I

CAPÍTULO I 
 
El día había sido realmente agotador. Siwon había llegado muy temprano esa mañana a Londres  y el resto del tiempo lo pasó cerrando la gran cantidad de negocios que tenía en ese país. No estaba dispuesto a demorarse mucho, ya que estar alejado de Jaejoong era una dura tarea, sin embargo al ver  lo hermoso del viñedo adquirido lograba compensar las cosas. 
 
No se lo había planteado aún a su futuro esposo, pero tenía muchas ganas que en un año se vinieran a vivir a ese lugar. No quería apartarlo inmediatamente del lado de sus padres, pero sentía que ese mágico sitio sería el lugar perfecto para comenzar a armar su familia. Tanto su madre como su hermana también vendrían con él dándole un enorme apoyo en el cambio a su lindo esposo. 
 
Con esas hermosas ideas en la cabeza disfrutaba de un merecido vaso de whisky en una respetable taberna. Soñaba con estar en su cama, sin embargo necesitaba esa dosis de alcohol. No era muy amigo del trago, pero servía como buen remedio para apaciguar el cansancio del cuerpo. 
 
Iba rumbo a su habitación en la posada cuando los gritos de una mujer llamaron su atención. La zona estaba completamente sola, lo que se transformaba en el escenario justo para que inescrupulosos depravados dejaran fluir sus más bajos instintos y se aprovecharan de las taberneras del lugar. Agudizó el oído para determinar bien de donde venían las peticiones de socorro. 
 
En un corto callejón y resguardado por una parcial oscuridad un hombre intentaba abusar de una mujer, quien con todas sus fuerzas pedía ayuda. Se acercó rápidamente y lo alejó de ella. No tenía idea de lo que pasaba, pero no iba a dejar que ese tipo la forzara, menos después de escuchar su desesperación. 
 
-¡SUÉLTALA AHORA MISMO, MALDITO HIJO DE PERRA!- Siwon sujetaba al hombre de las solapas de su chaqueta y lo llevaba a una zona iluminada. Cuando finalmente pudo verle la cara, le dio un fuerte golpe que lo dejó en el suelo. Se notaba que había bebido demasiado, pero aun así no le perdonó su asquerosa actitud. 
 
-¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA METERTE, IMBÉCIL?-, intentado incorporarse torpemente, el hombre quiso enfrentarse a ese atrevido sujeto que le impedía disfrutar de esa mujer. Intentó lanzarle un golpe, pero éste fue bloqueado maestralmente por  siwon, a quien desde niño le habían enseñado a defenderse. 
 
-Será mejor que te vayas  sino quieres que te de la paliza de tu vida-, volvió a golpearlo dejándolo por segunda vez en el suelo. Reconociendo su desventaja el hombre esta vez no se paró, sólo lo miró lleno de rabia. Swion se dirigió a la mujer y le ofreció su chaqueta, ya que el vestido lo tenía completamente destrozado. 
 
Aprovechando el descuido, el hombre se fue encima de siwon. La mujer al ver la situación prefirió correr dejando que todo se arreglara entre esos dos. Si su salvador perdía, estaba segura que ella corría un enorme peligro. siwon  se recuperó inmediatamente del golpe, sin embargo tuvo mucha precaución al ver que su contrincante sacaba una navaja. 
 
-¿No eres capaz de una pelea justa, mal nacido?-, sabía que debía ir con cuidado, pero no estaba dispuesto a dejarse amedrentar por un cobarde como el que tenía enfrente. Cuando le dio el primer lanzazo, logró sujetar su mano y arrancarle el arma. Los papeles cambiaron y esta vez era Siwon quien amenazaba con la navaja. 
 
Sin saber bien que pasaba, Yoochun decidió ir en ayuda de su amigo, quien al parecer era amenazado. Al llegar al lado de Junsu le prestó todo su apoyo, sin ni siquiera considerar que fuera su compañero quien podría haber actuado mal. Sacó su pistola y apuntó directamente al tipo. 
 
-¡¡SERÁ MEJOR QUE BAJES ESA NAVAJA Y TE VAYAS POR DONDE VINISTE!!- Siwon, al ver que estaba en evidente desventaja y que el tipo que se unió a la pelea era aliado del otro, dejó el arma en el suelo y levantó las manos. –Ahora mejor  te vas si no quieres que te vuele los sesos-, Yoochun lo miraba con ira, estaba tan borracho como su amigo, lo que no lo dejaba pensar bien. 
 
-Muy valientes el par de ratas, ¿por qué no se defienden como hombres y no con una arma de por medio? Suéltenla y con las manos solucionamos esto-, al ver la actitud altanera de ese mal nacido, Junsu quiso tomar la navaja que estaba en el suelo, sin embargo Siwon fue mucho más rápido.  
 
En un fuerte forcejeo, Siwon le hizo un corte en el brazo a su contrincante, quien al sentir la helada hoja dio un alarido retrocediendo hasta su amigo quien lo miraba asombrado. Yoochun no dejaba ver la sangre que caía del brazo de Junsu, quien estaba nublado de la ira. En medio de la noche un disparó rompió la calma. 
 
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   La felicidad que Jaejoong  sentía era cada día mayor. El amor por Siwon era tan grande que a veces a el mismo lo asustaba, sin embargo la dicha sin duda era mayor. Durante toda su vida había sido muy feliz, pero en el momento que Siwon pidió su mano en matrimonio sintió como todas las piezas de su existencia se ponían en un orden perfecto entregándole paz, tranquilidad y llenándolo por completo. 
 
   Si bien no le había gustado verlo partir, sabía que el viaje iba a tomarle sólo un par de semanas, luego de eso todo se centraría en la pronta boda que los uniría para siempre en una vida llena de amor. Era el hombre perfecto para el, que de una manera muy sorpresiva entró a su mundo para quedarse en él. 

PVO JAEJOONG
 
   Se conocieron con Siwon en medio del viñedo de la familia Kim. El joven había perdido a su padre hacía unos meses y quería establecer negocios con Dong Kim para de esta manera poder obtener una especia de contención frente a todo lo que estaba haciendo. El, después de mucho insistir una mañana, había acompañado a su padre con el compromiso de no meterse en problemas. 
 
   Mientras el sr. Kim le daba ordenes a sus trabajadores, el tomó la decisión de recorrer el hermoso lugar. Nunca lo dejaban acercarse solo, ya que estaba un tanto retirado de la casa y podría ocurrirle algo que lo pusiera en peligro. A pesar de esto, cuando tenía la oportunidad de ir se perdía caminando por ese sitio que para el siempre fue muy especial. 
 
   Se encontraba revisando unos hermosos racimos que confirmaban que la cosecha de ese año iba a ser estupenda, cuando fue asustado por un hombre muy apuesto que miraba divertido su reacción. La actitud de burla le molestó mucho y sin pensarlo lo increpó fuertemente. -¿Quién se cree usted que es "caballero" para burlarse de mi? Le ruego que tenga modales-, jaejoong, como siempre que discutía con alguien, tomó su posición más altiva exigiendo respeto. 
 
   -No era mi intención molestarlo, señorito, pero estoy un poco perdido-, siwon mentía ya que sabía exactamente donde encontrar al señor kim, sin embargo la belleza de ese muchachito lo envolvió. Sin darse cuenta comenzó a acercarse a el para mirarlo de cerca para comprobar que era el hombre más  hermoso  que había visto en su vida.  
 
   -¿Puedo preguntarle a quien busca?-, jaejoong  permanecía muy molesto frente a la presencia de ese hombre, quien había osado reírse de el, así que puso sus manos en la cintura marcando aun más su superioridad. Nadie era capaz de reírse de el  y se lo iba a hacer entender. 
 
   -Por supuesto que puede preguntarme, señorito. No creo que exista persona en el mundo capaz de negarle algo a tan hermosos ojos-, siwon estaba siendo muy osado con ese muchacho, sin embargo el temple que estaba mostrando le indicaba que no era como todos las otros señoritos que se avergonzaban rápidamente. -Busco al señor Kim-, aunque sabía que lo enfadaba más no podía borrar la sonrisa de su cara. 
 
   -MI padre está por allá-, le indicó el camino que llevaba a las bodegas, mirándolo muy seria. –Ahora, si ya terminó de reírse del susto que me dio, le pediría que siguiera su camino para yo continuar con el mio-, se dio media vuelta y con su nariz alzada se alejó de ese hombre, del cual no podía negar que era muy guapo. 
 
   -SIWON- le gritó cuando ya estaba un tanto alejado. –ME LLAMO SIWON Y FUE UN INMENSO PLACER CONOCERLo, HERMOSO-, Jaejoong se volteó para ver como ese hombre se iba por su camino. Sin poder evitarlo una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro. 
 

                                                                PVO JAEJOONG

   Ahora, recordando ese hermoso momento, disfrutaba que muy pronto estaría casado con esa persona maravillosa que lo amaba y lo hacía sentir  el hombre  más especial del mundo. Avergonzándose un poco de si mismo, pensó en su noche de bodas cuando pudieran darle rienda suelta a la pasión que sentían cada vez que se besaban. Si bien estaba muy nervioso, era un momento muy esperado por el. 
 
   Iba a entrar en la cama cuando una fuerte opresión en el pecho le quitó el aliento. Se sentó, puso las manos sobre su corazón e intentó calmarse. Pensó inmediatamente en Siwon, ¿estaría en peligro? Sacó esos pensamientos de su cabeza, asegurándose a el misma que eran los nervios por la pronta boda.  
 
Tenía que dormir, muy temprano en la mañana iba con su cuñada a ver los detalles de su traje. La familia Choi no sólo le había dado un perfecto prometido sino también la oportunidad de hacerse muy amigo de Mimi, la hija menor de la familia, que estaba viviendo cada momento a su lado. Inhaló y exhaló logrando normalizar su respiración, sin embargo un mal presentimiento lo inundaba. Rogó al cielo que todo estuviera bien y luchó para poder dormirse. 

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-SEÑOR, SEÑOR- el moyordomo entró corriendo al despacho alarmando profundamente a Yunho. El pobre criado se notaba que había corrido y que las noticas que traía sin duda eran muy malas, recordándole una horrible escena vivida hacía poco tiempo. –Mi señor, su hermano está preso-, Yunho lo miró sorprendido. 
 
   -¿De qué estás hablando?-, al ver que la situación no era tan grave, una profunda molestia contra ese exagerado hombre lo envolvió. El susto que le hizo pasar era injustificado. –Seguro que por una pelea callejera como siempre. Lo mejor sería que lo dejé pasar la noche en el calabozo por irresponsable-, Yunho volvió a su asiento, relajándose. 
 
   -No, señor. Esto es grave. Su hermano mató a un hombre-, el pánico nuevamente llenó el pecho del hombre, quien corriendo salió de su despacho. Estaba acostumbrado a que los festejos de su hermano siempre terminaran en alguna pelea donde intervenía la policía, sin embargo no le cabía duda que esta vez era mucho más grave. 
 
   Para no alarmar en la casa se fue en su caballo hasta la comandancia. Si bien su familia era una de las más poderosas de Londres, al momento de ejercer justicia el apellido poco iba a importar.  Llegó en pocos minutos donde fue recibido inmediatamente por el sargento Manriquez, quien lo llevó a su despacho. 
 
   El lugar estaba casi vacío, los pocos policías que estaban esa noche se mantenían atentos a lo que pasaba en los calabazos. Eran pocas las ocasiones donde pasaban cosas tan graves, por lo que tener más contingente se hacía realmente innecesario. Se acomodó en una silla frente al sargento, quien parecía muy incomodo con la situación.  
 
   Se conocían bien, ya que fue ese hombre el encargado de darle la noticia más dura que había tenido que enfrentar en su vida. Hacía un año atrás ese mismo sujeto llegó hasta su despacho para informarle que su padre y su esposa habían muerto calcinados en una de las bodegas de la viña.  
 
   -¿Cuál es la situación de mi hermano, Sargento?-, Yunho estaba ansioso por saber si lo que le dijo su criado era verdad. Sabía que yoochun era muy bueno para meterse en problemas, sin embargo no lo creía capaz de asesinar a nadie. Se estaba aferrando a la idea de que todo fuera un simple mal entendido. 
 
   -Compleja, Yunho, muy compleja, ya que tu hermano está involucrado en la muerte del lord coreano Siwon Choi-, sintió como se le helaba la sangre. Nunca había escuchado ese nombre y tampoco estaba en conocimiento que su hermano mantuviera relaciones con algún coreano. 
 
   -¿Pero que fue lo que pasó? Mi hermano es incapaz de matar a alguien, sin duda que en todo esto hay en error, una confusión que debe ser aclarada inmediatamente. ¡Mi hermano no ha matado a nadie!-, Yunho no pudo mantenerse sentado y comenzó a caminar por la oficina esperando la respuesta de ese hombre. Si bien sonaba muy convencido, en lo más profundo de su ser, sintió muchas dudas. 
 
   -Al parecer el coreano quería acuchillar a Junsu y tu hermano en defensa de su amigo le disparó. Dice que su intención no era matarlo, sólo asustarlo, sin embargo le dio el balazo en el pecho provocando su muerte inmediata-, el sargento guardó por un momento silencio, ya que la cara de impresión del hombre lo asustó. 
 
   -¿Pero entonces fue en defensa propia?-, preguntó Yunho, cuando las ideas lograron ordenarse nuevamente en su cabeza y pudo hablar a pesar del nudo que sentía en la garganta. Realmente no podía creer lo que estaba pasando, pero tuvo que convencerse que su hermano había matado a alguien. 
 
   -Eso lo estamos determinando. No hubo testigos, sin embargo cuando llegamos Yoochun y Junsu estaban junto al cuerpo. Ambos aseguran que el sujeto estaba pasado de copas y desde hacía mucho rato estaba buscando pelea. Cuando salieron del lugar él los siguió, sin embargo tenemos que hacer averiguaciones-, el sargento Manriques cada vez se sentía peor. 
 
   -¿Qué es lo que pasará ahora, sargento?-, Yunho volvió a sentarse. Sentía mucho miedo por su hermano, así como por su madre, ya que un golpe como ese iba a ser muy duro. Si bien al momento de enfrentar la muerte de su esposo se mostró muy fuerte apoyándolo a él en todo momento con chang min, saber que un hijo podía quedar preso podía desbaratarla para siempre. 
 
   -Yoochun pasará esta noche detenido, la investigación está en curso. Tenemos que corroborar la versión de tu hermano- al ver que el rostro de Yunho se tensaba aun más, decidió darle una esperanza. –Hasta el momento todo indica que fue defensa propia, sin embargo el procedimiento requiere que se quede esta noche-. 
 
   -¿Puedo verlo?- el sargento asintió y lo acompañó a la celda donde se encontraba Yoochun. Estaba realmente choqueado y le repetía una y otra vez que todo había sido un accidente, que nunca quiso matar a ese hombre. Yunho intentó tranquilizarlo, se despidió de él y regresó a su hogar.  
 
Ahora lo único que quedaba era esperar. Si bien el sargento le dio un buen pronóstico, si la investigación tenía algún cambio, indicando a su hermano como culpable, la justicia tenía que prevalecer. 
 
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   Jessica  ese día no quiso salir de su casa, estaba realmente asustada por todo lo que había pasado. Además  se sentía muy mal por haber dejado a ese hombre que la ayudó completamente solo, pero aun así se reafirmó que era para cuidar su propia vida. Si su atacante ganaba la pelea, no se iba a demorar ni un segundo en volver a forzarla. 
 
   Llevaba un tiempo trabajando en la taberna, pero nunca había sido victima de algo tan atroz. No supo el momento en que ese hombre la tomó, sólo recordaba la invasión de sus manos en su cuerpo y la rudeza que había ocupado, demostrándole que estaba muy dispuesto a tomarla ahí mismo. 
 
   A pesar de que se había lavado muchas veces, aun se sentía muy sucia y con unos nervios muy grandes. Bajó para no preocupar a su abuela, no le iba a contar nada ya que en el último tiempo su salud no la acompañaba. Sin embargo cuando llegó al pequeño comedor de esa humilde casita, quedó aterrada con la visión. 
 
   -Hijita, menos mal que bajas. Este amable caballero…-, la anciana había olvidado el nombre del señor. –Disculpe, pero me olvidé de su nombre-, miró con una amable sonrisa al hombre, quien se la devolvió. Tenía que ser amable con esa vieja, no tenía que sospechar absolutamente nada. 
 
   -Mi nombre es Yunho Jung-, miró fijamente a Jessica quien aun no salía de su asombro. –Necesitaba hablar con usted, señorita. Sólo será un momento-, ocupaba su voz más inocente, tenía que mostrarse relajado y conseguir hablar con esa mujerzuela. 
 
   -Yo los dejo hablar, mi niña, estaré en la cocina por si me necesitan-, la anciana dejó la pequeña estancia, ya que en ese hombre veía la esperanza de que su nieta encontrara un buen hombre como pretendiente que la ayudara a salir de ese ambiente tan malo en donde estaba trabajando. 
 
   -¿Qué hace usted aquí? ¿Cómo me encontró?-, Jessica luchaba para que su voz no reflejara todo el miedo que sentía al ver a su atacante parado en medio de su casa. Ese hombre sin duda buscaba hacerle mucho daño, tenía que irse con cuidado. Se quedó inmóvil donde se encontraba, ya que tenía más oportunidades de escapar si ese cerdo intentaba algo. 
 
   -Eso no importa, vengo por otra razón. Seré muy breve, no te preocupes. Comprenderás que estar en este sitio…-, miró despectivamente el hogar, -no me es nada agradable. Tú héroe está muerto, el muy imbécil no se la pudo con nosotros y pasó a mejor vida-, gozó al ver la cara de terror que puso la mujer. 
 
   -Eso no es verdad… no es posible…-, un sentimiento de culpa le llenó el pecho, sin embargo fue inmediatamente silenciada por el hombre. Intentó contener las lágrimas, pero éstas comenzaron a caer por sus mejillas, no conocía al tipo que la había salvado, pero sabía que estaba muerto por hacerlo. 
 
   -Si por alguna razón, en algún momento alguien te pregunta si sabes algo, tú lo negarás todo. Para la policía ese hombre nos atacó y nosotros nos defendimos y esa será la única verdad. Ten mucho cuidado con lo que haces o dices, ya que esta casita puede sufrir muchos daños y lo peor que con tu linda abuela adentro-, el hombre estaba muy cerca de ella y le tomaba el rostro con sus dedos. Al igual que la pasada noche, se sintió asqueada. 
 
   María no fue capaz de pronunciar palabra, estaba realmente asustada, sólo se limitó a asentir con la cabeza, controlándose para no llorar desconsoladamente. Cuando vio que ese hombre salía por la puerta se dejó caer en el suelo y se cubrió la boca con las manos para que no se sintiera su llanto. Tenía que mantenerse alejada de todo eso, mejor aun irse lo más lejos posible con su abuela, no podía seguir ahí. 
 
   Al cerrar la puerta, Junsu se mantuvo unos instantes escuchando los sollozos de la mujer. Estaba seguro que no diría nada, así que gastar más energías en ella no era necesario, sin embargo por cualquier cosa prefirió refugiarse en el nombre de Yunho. Ya no había testigos. Podía seguir su vida en completa calma y si las cosas cambiaban, sabía que él no tendría muchos problemas, todo se los llevaría Yunho Jung.