CAPÍTULO II
-¿Pero estará todo bien, no es así?-, Yoo- Mi no había parado de llorar desde el momento que Yunho le contó lo que estaba pasando con Yoochun. Esperó hasta el desayuno para revelarle la horrible verdad de su hermano. Había regresado muy tarde de la comandancia y prefirió que su madre descansara.
La reacción de la mujer denotaba toda la preocupación que sentía al saber que su hijo había matado a alguien, sin embargo se apegaba a la idea de que todo había pasado por defensa propia. Yoochun podía ser despreocupado, pero no era un asesino, eso lo tenía más que claro, ella lo había formado.
-Ahora iré a ver como ha evolucionado el caso. El sargento me aseguró que si todo seguía en la misma línea de investigación, lo más probable es que Yoochun quede absuelto. Al parecer era ese hombre quien tenía la navaja en la mano-, no pudo evitar sentir un escalofrío al pensar en ese pobre sujeto.
-¿Saben quien era, si tiene familia?- a pesar de que Yoo-Mi creía que ese sujeto había arrinconado a su hijo hasta llevarlo a hacer lo que hizo, sintió un profundo dolor al pensar que pudiera tener a alguien esperándolo, una madre que sufriría con su muerte. Sacudió la cabeza paras apartar los pensamientos.
-Por lo que me dijo el sargento es un lord de corea que estaba en Londres por negocios. Viajaba solo así que deben esperar que alguien lo busque o reclame su cuerpo, si no pasa nada en un par de días será sepultado-, a pesar de que quería ver a su hermano libre, Yunho se sentía muy mal por el.
Yoo-Mi no pudo mencionar una palabra más, ya que los nervios le jugaban en contra. Desde hacía tiempo venía soportando mucho sufrimiento en su vida. La muerte de su esposo y de su querida nuera fue un golpe que la había dejado en el suelo, pero por sus hijos y su pequeña nieta tuvo que pararse rápidamente, sin embargo ahora no estaba segura de soportar ver a Yoochun en la cárcel.
-¡PAPITO!-, los dulces grititos de chang min lograron que dejaran la preocupación de lado y se centraran en ese hermoso pequeño. El niño era la luz de esa casa, entregando toda la felicidad perdida en ese extraño incendio. – Papito, ¿hoy me vas a llevar a los viñedos, cierto?-, Yunho había olvidado por completo su promesa, tomó a su pequeño en brazos e intentó explicarle.
-Mi cielito, tendremos que dejar el paseo al viñedo para otro día. Hoy tengo que salir todo el día-, la carita de decepción de su hijo le partió el alma. Sabía que desde hacía mucho tiempo se comportaba un tanto distante, sin embargo hubiera sido perfecto llevarlo.
-Tú lo prometiste, dijiste que si me portaba bien toda la semana podríamos ir-, las lágrimas no pudieron evitar caer de sus hermosos y pequeños ojos marrones, aferrándose con fuerza al cuello de su enorme padre. – ¿No podemos ir después que termines?-, lo miró fijamente, soportando las enormes ganas de llorar.
-Hijito…-, fue interrumpido por Yoo-Mi quien tomó para ayudarlo a calmarlo. Yunho no tenía la menor idea de lo que hubiera sido de la crianza de chang min sin ella, sin embargo ni siquiera su apoyo le ayudó a no sentirse tan bajo como se estaba sintiendo.
-Ven, ven con la abuela. ¿Qué te parece si nosotros vamos juntas al viñedo? Podemos pasar la tarde ahí con Mari, comemos en el campo, ¿Qué te parece?-, a pesar de ser un niño de cinco años, a todos les sorprendía su manera de reaccionar. Con toda la pena que sentía asintió limpiándose las lágrimas de su pequeña carita.
-Escucha, te prometo que la próxima semana vamos juntos-, se agachó para dar un tierno beso en la frente , quien a pesar de haber sido decepcionado, seguía mirándolo con los ojos llenos de ilusión. Lo miró por unos momentos, disfrutando orgulloso de su hijo.
Era una pequeño realmente bello. Tenía unos ojos marrones que llenaban de alegría a cualquiera. Un cabello castaño claro, siempre arreglado, junto con eso la personalidad de la niño completaba su perfección, siempre lleno de alegría y juegos, los cuales en más de una vez la habían metido en problemas.
Volvió a abrazarlo y se despidió de su madre, quien lo miraba suplicante. Tenía que hacer todo lo posible por su hermano, sin embargo se repitió que todo sería legal, no iba a dejar que no se cumpliera con la justicia. Si Yoochun era culpable, debería asumir su condena y su familia nuevamente tendría que pararse de un fuerte golpe.
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-Por Dios Jaejoong , te ves precioso-, la cara de Mimi reflejaba toda la felicidad que sentía. Adoraba a su hermano y es joven poco a poco se había transformado en otro hermano que siempre quiso tener. Era perfecto para Gabriel y no tenía la menor duda de que serían muy felices.
-¿De verdad, Mimi?-,jae miraba fascinado su aspecto. El traje había quedado precioso, sólo faltaban unos detalles, los cuales estarían en un par de días. Al recordar que faltaba muy poco para que siwon regresara, una sonrisa mucho más grande adorno su delicado rostro.
-Amigo, hay algo que quiero conversar contigo-, del rostro del joven desapareció la sonrisa, se notaba que había algo que le preocupaba, llamando la inmediata atención de jaejoong. –No se si es prudente que yo te lo diga, ya que tal vez Siwon no lo ha hablado contigo, sin embargo es algo que me preocupa-, a cada palabra de Mimi su preocupación aumentaba.
-Mimie, dime de una vez que pasa-, una de las cosas que siempre destacaban de la personalidad de jae era su fuerte carácter, si bien era muy educado y amable, cuando tenía que mostrar su molestia se notaba su fuerte temperamento. – ¿Es algo malo?-, había recordado el presentimiento que tuvo la noche anterior y el miedo le paralizó el cuerpo.
-No, no es nada malo, sólo que…-, mimi había visto la preocupación en el rostro de jae y se apresuró a hablar. –Lo que pasa es que al parecer mi hermano tiene ganas de irse a vivir un tiempo a londres. Es un plan a largo plazo, pero aun así a mi no me gustaría dejar seul-, mimi parecía una niña pequeña, rogando para no tener que hacer algo que no quería.
-¿Sólo era eso?-, al escuchar las palabras de su amiga y ver que no era nada grave, el color volvió a sus mejillas. –siwon no me ha dicho nada aún, pero por lo que se, los negocios en londres van cada vez mejor. En muy poco tiempo causaran que su presencia en el lugar sea indispensable-, la idea de irse de seul no le parecía mala a jaejoong.
-Sí, lo sé, pero podrían ir ustedes. Nosotras con mi madre nos quedamos aquí y ustedes se van. Sabes que no nos faltara nada con la ayuda de tus padres, además que nuestro administrador puede ocuparse perfectamente de los negocios que tenemos acá-, mimi estaba cada vez más ansiosa por convencer a jaejoong.
-Amiga lo hablaré con siwon, sin embargo por lo que tú me dices, esos planes son para el futuro, así que debes estar tranquila-, se sentó al lado de ella, para pararse inmediatamente con un fuerte grito. –Había un alfiler-, le dijo a mimi quien lo miraba divertida, mientras el se sobaba las nalgas.
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Hacía
un par de semanas Yoochun había salido
de la cárcel. Fue absuelto de los cargos, ya que todo había sido en defensa propia.
Para todos, aquel coreano pasado de copas, los había seguido y amenazado con la
navaja. Había conseguido su libertad, sin embargo las pesadillas no lo dejaban
en ningún momento.
Junsu le había contado esa versión y fue la que utilizó todo el tiempo para defenderse, pero aun así no podía evitar sentirse culpable. Los recuerdos de esa noche no eran muy coherentes, ya que el trago había sido excesivo, aun así recordaba que ese sujeto no se había mostrado del todo agresivo.
Una de las cosas que más lo desesperaban era no poder saber el momento exacto cuando el arma se disparó. Sabía que la tenía en sus manos, pero no recordaba haber apretado el gatillo. Luchaba día a día por olvidar lo vivido esa noche, sin embargo hasta en sueños era atormentado.
Si bien Yunho se jugó el todo por el todo para sacarlo de esa situación, la actitud de su hermano no ayudaba mucho a que las cosas fueran más fáciles. Desde siempre había tenido que escuchar sus discursos morales, pero ahora después del incidente estos se hicieron mucho más repetitivos, exigiéndole que de una vez por todas cambiara su actitud.
Esa misma mañana habían pasado más de dos horas discutiendo en el despacho. Si bien Yunho siempre fue muy responsable, con la muerte de su esposa había cambiado mucho. No sonreía, se limitaba a pasar gran parte del día en los viñedos y si alguna vez llegaba a acompañarlo a algún burdel, se perdía con alguna meretriz para después volver inmediatamente a la casa.
Yoona sin duda era una mujer muy especial, sin embargo para Yoochun ya era hora que su hermano superara todo y viera la mejor manera de retomar su vida. Debía preocuparse más de su hijo y disfrutar con las pequeñas cosas. Intentando relajarse se lanzó en su cama, sin poder evitar recordar la última discusión con Yunho.
-¿TÚ NO TE DAS CUENTA DE LA GRAVEDAD DE LO QUE HICISTE? MATASTE A UN HOMBRE, POR DIOS, YOOCHUN-, Yunho se paseaba molestó de un lado al otro en su despacho. Estaba feliz de que no quedara preso de por vida, sin embargo el saber que la noche anterior se fue de juerga lo enfureció.
-Lo sé, todos los días de mi vida lo sabré y créeme que si pudiera devolver el tiempo lo haría, pero no por eso me volveré un muerto en vida como tú-, Yoochun sabía que estaba abusando de su suerte, sin embargo desde hacía mucho tenía atragantadas esas palabras.
Junsu le había contado esa versión y fue la que utilizó todo el tiempo para defenderse, pero aun así no podía evitar sentirse culpable. Los recuerdos de esa noche no eran muy coherentes, ya que el trago había sido excesivo, aun así recordaba que ese sujeto no se había mostrado del todo agresivo.
Una de las cosas que más lo desesperaban era no poder saber el momento exacto cuando el arma se disparó. Sabía que la tenía en sus manos, pero no recordaba haber apretado el gatillo. Luchaba día a día por olvidar lo vivido esa noche, sin embargo hasta en sueños era atormentado.
Si bien Yunho se jugó el todo por el todo para sacarlo de esa situación, la actitud de su hermano no ayudaba mucho a que las cosas fueran más fáciles. Desde siempre había tenido que escuchar sus discursos morales, pero ahora después del incidente estos se hicieron mucho más repetitivos, exigiéndole que de una vez por todas cambiara su actitud.
Esa misma mañana habían pasado más de dos horas discutiendo en el despacho. Si bien Yunho siempre fue muy responsable, con la muerte de su esposa había cambiado mucho. No sonreía, se limitaba a pasar gran parte del día en los viñedos y si alguna vez llegaba a acompañarlo a algún burdel, se perdía con alguna meretriz para después volver inmediatamente a la casa.
Yoona sin duda era una mujer muy especial, sin embargo para Yoochun ya era hora que su hermano superara todo y viera la mejor manera de retomar su vida. Debía preocuparse más de su hijo y disfrutar con las pequeñas cosas. Intentando relajarse se lanzó en su cama, sin poder evitar recordar la última discusión con Yunho.
-¿TÚ NO TE DAS CUENTA DE LA GRAVEDAD DE LO QUE HICISTE? MATASTE A UN HOMBRE, POR DIOS, YOOCHUN-, Yunho se paseaba molestó de un lado al otro en su despacho. Estaba feliz de que no quedara preso de por vida, sin embargo el saber que la noche anterior se fue de juerga lo enfureció.
-Lo sé, todos los días de mi vida lo sabré y créeme que si pudiera devolver el tiempo lo haría, pero no por eso me volveré un muerto en vida como tú-, Yoochun sabía que estaba abusando de su suerte, sin embargo desde hacía mucho tenía atragantadas esas palabras.
-ESTO NO SE TRATA DE MÍ, SE TRATA DE TU IRRESPONSABILIDAD, DE ESAS GANAS ENORMES QUE TIENES POR SER UN BUENO PARA NADA, UN HOMBRE QUE NO SE GANA NADA EN SU VIDA. ¿TE SIENTES MUY BIEN SIEMPRE VIVIENDO A COSTILLAS DE TU FAMILIA?-, la ira de Yunho aumentaba cada vez más.
-TE RECUERDO HERMANITO QUE TÚ TAMBIÉN VIVES DEL APELLIDO- Yoochun sabía que su comentario no era del todo cierto, ya que desde hacia mucho tiempo, su hermano trabajaba en su propia fortuna. Uno de los planes, antes del incendio, era irse a vivir a su propio viñedo con su esposa y su hijo.
-yoochun tienes sólo una semana para que te busques algún oficio y ocupes tu tiempo, si no lo haces, es mejor que te busques un lugar donde vivir, porque sin importar lo que diga mi madre, TE VAS DE ESTA CASA-, salió del lugar dando un enorme portazo, sin escuchar las últimas maldiciones de yoochun.
Seguía molesto con las palabras de su hermano, pero también sabía que tenía que cumplir con esa amenaza. Bajo ninguna circunstancia quería tener que irse a vivir a una deplorable posada, llena de maleantes. A su pesar debía buscar un oficio, lo más seguro que un trabajo en los viñedos, aunque no le podía parecer más tedioso.
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A pesar de que siempre disfrutaba de los libros y de encerrarse por horas en la biblioteca, Jaejoong no lograba concentrarse en nada. Siwon debía haber vuelto hacía una semana. Le había prometido que el viaje iba a ser rápido, pero hasta la fecha no tenía noticias de él.
Todos la intentaban calmar afirmándole que lo más probable era que existiera algún inconveniente en los viñedos. Aunque el intentaba apegarse a esa realidad, una opresión en su pecho le indicaba que en ese retraso había algo más. Era tanto el temor que sentía que en ocasiones le costaba respirar.
Se encontraba intentando calmar su alma, cuando sus padres la sacaron de sus pensamientos. Tanto Dong y Jiyool estaban muy pálidos y parecían a punto de llorar. Un escalofrío recorrió la espalda de Jaejoong, quien inmediatamente se dio cuenta que algo malo estaba pasando.
-¿Qué paso?- no supo como pudo pronunciar palabra ya que una garra le aprisionaba el pecho. Las manos le temblaban, un enorme frío lo congelaba hasta las venas y un intenso cosquilleo en las piernas le hacía muy difícil el mantenerse en pie. Se apoyó en el borde de un enorme sitial y esperó suplicante una respuesta.
-Hijo, lo que te tenemos que decir es muy duro, pero tienes que ser fuerte-, su padre comenzó a acercarse a el, puso sus manos en sus brazos y lo quedó mirando fijo. Si bien desde el momento en que se asomó por la puerta, el supo que algo malo pasaba, ahora que lo veía de cerca se dio cuenta que lo que venía era horroroso.
-No, no me digas que sea fuerte, porque eso se dice cuando pasó algo grave. No me lo digas-, revolviéndose con fuerza se soltó de los brazos de su padre, retrocediendo unos pasos. -¿Qué pasa? Quiero que me lo digan ahora, sin rodeos. DÍGANME-, jaejoong no se dio cuenta cuando las lágrimas comenzaron a llenar su cara, pero las sacó con un fuerte manotazo.
-Mi niño, nos acaban de avisar de que hay noticias sobre Siwon-,jiyool fue quien se acercó a el esta vez. El miedo que sentía ya no le permitía moverse, el mal presentimiento de tantos días ya lo inundaba por completo, dejándolo sin respiración. –Jaejoong… Siwon está muerto-, la mujer buscó alguna reacción en el rostro de su hijo y se preocupó mucho cuando no encontró nada.
Jaejoong estaba consciente de lo que le estaban diciendo, pero en su interior nada parecía real. Se dejó caer en el suelo y sintió los brazos de su padre abrazándolo, sin embargo no reaccionaba. Todo su cuerpo parecía haberse desconectado de su cerebro y no respondía. Lo que estaba sucediendo no podía ser cierto. El resto estaba equivocado, siwon no podía estar muerto, no era posible.
Dong se asustó al ver a su hijo, estaba muy pálido con la vista perdida. De sus ojos sólo caían unas delgadas lágrimas. No parecía reaccionar. Sabía que el golpe había sido muy duro, pero nunca imaginó que tanto. Jiyool se arrodilló al otro lado acariciándole el cabello. jaejoong no hizo ningún gesto.
Desde el momento que su madrastra había pronunciado esas palabras, algo en su interior se desarmó. Sentía un hielo en el corazón que nunca había sentido antes, aun así no podía llorar ni gritar. Las voces de sus padres le sonaban muy lejanas y el no tenía la capacidad de pronunciar palabra.
El hombre de su vida estaba muerto. Siwon se había ido y lo dejó ahí solo. Eso no era posible, no lo podía dejar, nunca habría sido capaz de algo así. Los sres. Kim seguían hablándole y el no contestaba. La vida se le había ido, todo estaba con Siwon. No entendía porque todos le hablaban si el no estaba ahí. Algo en su alma le indicaba que ya no era el mismo.
Presiento que no fue Yoochun quien mato a Siwon e.e estoy segura que la perra de Junsu esta matido en eso también aishh pporque. ..!!!
ResponderBorrarpobre jae esta ido de el dolor por enterarse de lo que le paso a su novio
ResponderBorrarsi yoochun no se dio cuenta a que hora dispar igual y no fue el y también fue junsu con eso que estaba muy tomado yoochun le echo a el también la culpa de que el mato a siwon no yo creo pues junsu resulto ser una persona mala y bien se pudo aprovechar de yoochun en ese estado de inconsciencia por el alcohol
No puede ser yoochun no recuerda haber disparado....junsu fueee no.puede ser....ya debes star feliz junsu todo te salio bien
ResponderBorrarpobre JJ una perdida es terrible , que conosca a YH y se le pase ok no ,,,,,
ResponderBorrarcontinuare leyendooo <333333333
Waaa ya lo sabia yo que la persona que murio ere siwon
ResponderBorrarespero que Jae lo pueda superar es muy dificil eso TT...TT
Que difícil proceso tendrá que llevar a cuestas Jae! Salir de ese estado después de saber de la muerte de Siwon.
ResponderBorrarYunho que problemas con la responsabilidad de su hermano, pero este ahora con el ultimátum que se puso Yunho tendrá que trabajar, y que se de cuenta de esa mala compañía que es Junsu, pues estoy segura que el que disparó fue Junsu aprovechando de la borrachera de Yoochun... Gracias