miércoles, 5 de noviembre de 2014

Perdon. Capitulo III





CAPÍTULO III 
 
Un año después 
 
   El ajetreo en la mansión Kim era muy grande. Los criados iban de un lugar a otro ordenando los baúles que partirían a Londres con sus patrones y separándolos de los que se irían después. Jaejoong, por su parte, estaba muy  silencio ordenando los libros de la biblioteca. Lo más importante de esa casa para el eran esos preciados objetos. 
 
   Ya iban casi cinco baúles completamente repletos y aún le quedaban dos estanterías por guardar. Estaba fascinado con la idea de que en la nueva casa iba a tener la misión de ordenarlos a su manera. Distraido pensando cual sería la mejor mecánica para acomodarlos, quedó completamente sorprendida cuando vio ese libro que ahora le traían muchos recuerdos. 
 
   Era uno de los primeros regalos que Siwon le dio. Una historia de amor muy bella que lo mantuvo pegado al asiento hasta que lo terminó. Lo hojeó y encontró un objeto mucho más grande en valor sentimental. Una pequeña nota donde su querido novio le expresaba todo el amor que sentía por el. 
 

“Con cada día que pasa, mi corazón se une más a ti. Sin miedo reconozco que te amo y que mi única misión en esta vida será verte feliz. Tomaste mi corazón el día que te conocí y te ruego que nunca me lo entregues de vuelta. Te amo. Siwon” 

 
   Lo miró unos segundos valorando con todo su corazón esa prueba del amor que siwon había sentido. No podía creer que ya hubiera pasado un año de su muerte y el lo siguiera extrañando como el primer día. Odiaba a todas esas personas que le dijeron que el tiempo cura todo. ¡Mentira! Todos esos meses y el aún sentía la vida destruida. 
 
   Durante todo ese tiempo había buscado mil formas de salir adelante. Pasó por diferentes etapas que le permitieran seguir con su vida, pero ninguna le funcionó. En cada cosa que hacía siempre él estaba presente. Cada vez que hacía algo interesante, esperaba el momento de contárselo a siwon, sin embargo volvía a la realidad y se daba cuenta de la cruda verdad. 
 
   Lo que más dolor le causaba era que nunca pudieron saber bien que era lo que había pasado. Cuando los criados de la casa  Choi  regresaron con el cuerpo de su prometido, sólo pudieron explicarle a la familia que todo pasó por una pelea en una taberna. Esa versión no convencía a Jaejoong, ya que conocía a su novio muy bien. 
 
   Siwon  nunca fue un hombre violento ni que frecuentara esos lugares. A pesar de que quisieron averiguar más detalles, la policía inglesa sólo se limitó a informarles que no tenían identificado al asesino. Después de mucha pelea por conocer más, el abogado de la familia fue el encargado de hacerlos desistir, ya que encontrar a los culpables iba a ser una tarea imposible. 
 
   En un principio Jaejoong  mostró mucha oposición, ya que su entendimiento le exigía conocer la verdad de todo lo que estaba pasando, pero fue su misma suegra,  quien le aconsejó continuar. Sin importar lo que hicieran, nada les iba a devolver a  Siwon y lo mejor era dejar el tema y no revolver más el dolor que sentían. Por respeto a esa madre, el  aceptó.  
 
   Se llevó el pequeño papel que tenia en sus manos a la boca y lo besó con todo el amor que sentía. Volvió a guardarlo en el libro y con mucha delicadeza lo dejó en una mesa, ese tesoro iba con el. Tomó aire, siempre le faltaba cuando recordaba lo que había pasado. 
 
   Siguió con su trabajo. Se dio cuenta que no alcanzaba los que estaban más arriba y tomó un pequeño banquillo. Se subió a buscarlos, con esfuerzo cogió algunos, se dispuso a bajar, sin embargo un dulce saludo le dio un susto de aquellos, haciéndola caer al suelo. 


 
   -¿Estás bien?- Mimi la miraba muy preocupada. Una de las características de esa joven era ser muy distraída y sigilosa lo que en más de una ocasión estuvo a punto de darle un infarto a Jaejoong. –Lo siento, no fue mi intención-, le tendió la mano y ayudó  a pararse. 

 
   -No te preocupes-jaejoong  se incorporó sobándose  el brazo, sin embargo no  dejó de sonreír, -Lo único que te pido es que para una próxima vez, hagas algún sonido para prepararme. ¿Llegaste hace mucho?-, Mimi  miraba distraída y con una hermosa sonrisa los baúles de libros. -¡MIMI!-. 
 
   -Lo siento, perdón, me distraje. No, llegué recién. Tus padres me dijeron que estabas aquí así que vine enseguida. ¿Cómo estás?-Jaejoong sabía que la pregunta era mucho más profunda que sólo saber su estado anímico, sin embargo como lo hacía con todo el mundo, se limitó a sonreír y afirmar que bien. 
 
   -¿Sabes una cosa, querido? A mi no me engañas, te conozco y sé que todo esto es muy duro para ti, así que mejor dejas esa postura y te desahogas conmigo que para eso vine-jaejoong no dejaba de sorprenderse con Mimi, era su hermano quien falleció, pero aun así se dedicaba a darle mucho apoyo. 

 
   -Sí, tienes razón. Es duro, por eso no quiero pensar. Necesito por un momento dejar de hacerlo. No se realmente como me siento, pero tengo ganas de salir a adelante. Eso ya es un avance, ¿no crees?-Jaejoong  siguió guardando sus tan queridos libros, como siempre necesitaba estar ocupado. 

 
   -Yo creo que el cambio te hará bien. Sé que irse a Londres es muy duro, sobretodo al viñedo que mi hermano compró, pero ahí puedes empezar desde cero-mimi  estaba soportando  las ganas de llorar, ya que sabía que iba a extrañar mucho a su cuñado. 

 
   -No sé si empezar desde cero, porque no quiero dejar nada de mi vida atrás. Yo no quiero olvidar a tu hermano, sólo quiero dejar de sentir la pena que siento, pero no sacármelo a él de la cabeza. Él es el amor de mi vida-, el tema se estaba poniendo difícil, sin embargo al decirlo  las cosas, jaejoong se sentía muy aliviado. 

 
   -Nadie te dice que lo olvides, sólo que continúes. Tal vez conocer a alguien…- cuando vio que la iba a interrumpir le hizo un gesto con la mano para continuar. –Sé lo que piensas, pero eres joven, sólo tienes veinte años, no te puedes cerrar- aunque estaba de espaldas, sabía que estaba incómodo. 
 

   -Entiéndelo, para amar hay que tener un corazón dispuesto a hacerlo y el mio se lo llevó tu hermano. Él es el gran amor de mi vida, no podría pensar en nadie más, me sentiría un traidor… no, simplemente no puedo-, jaejoong  se movía inquieto  por la biblioteca. 

 
   -Está bien, no toco más el tema. Sólo prométeme algo-, esperó que su cuñado  asintiera, iban a estar separados y eso le daba miedo, ya que no creía que jaejoong estuviera del todo recuperado. –Prométeme que no te cerrarás a lo que te entregue la vida, por favor-, se levantó y le acarició un brazo. 
 
  jaejoong  sólo la miró. Sabía que enamorarse otra vez con la intensidad que lo hizo de Siwon  era imposible. No tenía claridad de como iba a ser su vida en  Londres, aun así iba a aprovechar la oportunidad para poder seguir con lo que quedaba de ella. 
 
   Tenía la opción de hacerlo. Ese viaje, que nunca esperó realizar, era la excusa perfecta. Le dolía mucho dejar Seul, sin embargo saber que el trabajo de Siwon iba a poder terminarse le llenaba el alma. Después de un año iba a conocer el sitio donde su amado quería comenzar su matrimonio. 
 
Su padre había adquirido esa propiedad buscando ayudar a la familia Choi. Si bien sus negocios en la ciudad estaban pasando por sus mejores momentos, ese viñedo les significaba un enorme gasto. Venderla a cualquiera les causaba mucho dolor. Después de muchas insistencias de Jaejoong, la familia aceptó trasladarse a la zona, buscando de esta forma, poder ayudar a su pequeño sanar sus heridas. 
 


4 comentarios:

  1. ojala y jae encuentre la paz que busca y el alivio de su corazón para que deje de sufrir tanto por la perdida de su novio

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  2. u.u JJ espero que ya se recupere ,,,,,,,,,,,
    que sea feliz......

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  3. Con un año todo estara mejor pero aun asi no creo que lo pueda olvidar viviendo el mismo sitio
    Ahora que se va a ir las cosas se le ira mejor
    Lo tendra que tomar como nuevo sitio nueva amistades nuevo comienzo

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  4. Un nuevo comienza para Jae pero imposible de olvidar a su gran amor, pero seguro lo lograra, aún lleno de recuerdos de este... Gracias

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