Perdon: Capitulo IV

CAPÍTULO IV 
 
   -Los nuevos compradores están muy de acuerdo con el precio, sin embargo la espera es lo que les molesta un poco-, Yoochun estaba frente a su hermano, era increíble todo lo que había cambiado en ese año. Si bien en un principio se mostró muy descontento con la idea de trabajar, en tan sólo unas semanas le fue tomando el gusto. 
 
   -Frente a la espera no podemos hacer nada, el proceso no se puede apurar. Mañana en la reunión de los Park  conversaré con ellos-, Yunho revisaba con mucho detalle los documentos que le había entregado su hermano. No estaba dispuesto a reconocerlo en voz alta, sin embargo ese cambio lo tenía muy contento. 
 
   -Hay una cosa más que quería hablar contigo. Se trata del viñedo que es colindante al nuestro, el BearBoo -, Yunho miró interesado a su hermano, desde hacía un tiempo estaban muy interesados en adquirir ese lugar, sin embargo el administrador les aseguró que no estaba a la venta. 
 
   -¿Lo están vendiendo?-, Yoochun se levantó y se fue a la pequeña mesita que contenía los mejores licores y vinos. Se sirvió una copa de brandi para él y para su hermano. Sin darse cuenta como había pasado, ambos estaban muy unidos y disfrutaban mucho de sus conversaciones. Yoochun tenía muchas ganas de que todo estuviera bien entre ellos. 
 
   -No, nada ha cambiado, pero uno de los peones me dijo que estaban por recibir a sus dueños. Por lo que me contaron son coreanos y al parecer se piensan quedar por un buen tiempo, ya que se traslada la familia completa-, Yunho pudo notar que su hermano se puso levemente nervioso al contarle que eran coreanos, seguro recordaba a aquel sujeto. 
 
   -O sea que no van a vender-, yunho no quería tocarle el tema, ya que sabía que era muy difícil para él y en un año había demostrado sincero arrepentimiento. Nunca quisieron averiguar más detalles de ese hombre y al ver que nunca nadie reclamó una investigación ellos no ahondaron mucho más en el asunto. 
 
   -Al parecer no, pero siempre podemos ofrecerles un buen trato, no lo sé, tal vez nos podemos asociar con ellos. Recién llegan y tal vez necesiten ayuda para comenzar. Nosotros podremos dárselas-, esos viñedos serían de mucha ayuda para responder a la demanda que tenían. 
 
   -Puede ser una buena idea. ¿Sabes cuando llegan?-, si bien lo ideal habría sido comprar esas tierras, al ver que no había otra solución, la idea de hacer negocios con esa gente les daba una muy buena oportunidad. La familia Jung  eran los más importantes en el negocio de los vinos, sin embargo no tenían límites para ayudar a los demás. 

 
   -No, pero por la manera como estaban preparando todo, creo que será muy pronto. Cuando lleguen podríamos decirle a nuestra madre que organice alguna reunión para darles la bienvenida, ya sabes como le gusta hacer ese tipo de cosas-, yoochun fue interrumpido por Mari, quien le avisaba a yunho que la señorita Park Shin Hye  lo esperaba en la sala. 

 
   -¿Reunión amorosa, querido hermano?- yoochun tenía una gran sonrisa de burla. Si bien yunho  nunca había reconocido un romance con esa mujer, ya la familia intuía que se podría transformar en su futura esposa. A pesar de que Shin Hye  no era del agrado de todos, ver que pudiera continuar con su vida, los alegraba. 
 

   -Basta, sabes que no me gustan esos comentarios. Hye  es una gran amiga y si eso llega a cambiar es sólo problema mio. ¿Entendido?-, yoochun levantó los brazos en forma de disculpa, sabía que su hermano tenía un genio difícil, así que no lo quiso provocar. 
 
   Yunho salió del despacho y se fue a la sala. Hye era una buena mujer y él necesitaba una madre para chang min. Si bien su madre lo apoyaba con todo, le dolía ver a su pequeña tan solita, podría haber dejado su educación en las manos de una institutriz, sin embargo quería que creciera con una madre. 
 
   Sabía que remplazar a  Yoona  iba a ser imposible, pero tenía que continuar con su vida. Llevaba dos años sufriendo por la muerte de la mujer de su vida y aunque ese dolor nunca iba a desaparecer, era necesario que saliera de esa pesadilla. Debía buscar una manera de darle estabilidad a su pequeño y la oportunidad de tener una familia. 
 

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   -¿Cómo estas, pequeño?-, al ver la demora de yunho, hye decidió salir al jardín. Ahí se encontró a el hijo  del hombre que ella había elegido para esposo. Si bien no soportaba a los niños, tenía que mostrar la mejor cara frente a ese mocoso, que era una de los más mal criados que conocía. 



 
   -Muy bien, gracias-, chang min tomó a su osito Trapitos y quiso irse de ese lugar. A sus seis años sabía que no le simpatizaba para nada esa mujer. Era amiga de su papito y eso le quitaba el poco tiempo que tenía para el. –Voy a ver a mi abuelita-, con toda la gracia de su dulzura, hizo una pequeña reverencia. 
 
   -Pero, ¿por qué no te quedas un momento para que tú y yo conversemos?-, hye se había agachado para quedar a la altura del niño. –Nosotros podemos ser muy buenos amigos- tomó las pequeñas manitas, pero el niño las retiró en seguida, causando su pronta molestia. 
 


   -Los grandes no son amigos de los niños, además no creo que a usted le guste jugar como un niño porque es muy grande-, la insinuación de que era vieja molestó mucho más a Hye. Sin duda ese niño era insoportable, deseaba con todas sus ganas casarse pronto con yunho y ponerlo a raya. 
 



   -Mira, niñito…-, sus palabras fueron detenidas cuando sintió la voz de yunho que la llamaba. Puso su mejor cara y se dirigió a ese guapo hombre. –Aquí estoy, querido. En el jardín con tu hermoso hijo-, changmin se fue corriendo a los brazos de su padre cuando lo vio, siendo alzado cariñosamente por él. 


 
   -Hola, jovencito-, yunho  dejó un tierno beso en la mejilla de su hijo y  lo  volvió a dejar en el suelo. -¿Qué hacían los dos?-, miró con un amable sonrisa a Hye  quien disimulaba el enojo hacía el pequeño, no soportaba que le robara la atención de su futuro esposo. 
 
   -Sólo conversando con chang min .-Cada día está más  guapo- Puso su mano sobre su mejilla, sin embargo ese gesto molestó a el niño quien se fue corriendo del lugar. El gesto paso desapercibido para yunho quien lo interpretó como un juego de su hijo.