Perdon: Capitulo VI

CAPÍTULO VI

 
   Yoo-Mi y Mari recorrieron hasta el último rincón de la casa y nada de chang min. Inmediatamente avisaron a los criados para que fueran con la noticia a su hijo Yunho y lo comenzaran a buscar por los alrededores. No estaban seguras de lo que había pasado, pero querían creer que todo estaría bien. 
 
   yunho llegó a los pocos minutos con el rostro completamente desfigurado. Esa niño era lo más importante para él y un miedo enorme lo cegó al pensar que algo malo pudiera haberle pasado, transformándolo en un energúmeno que le gritaba a todo el mundo.  
 
   -¿HACE CUÁNTO TIEMPO QUE SE FUE?-, la pregunta no iba dirigida a ninguna de las dos mujeres, quienes hacían un enorme esfuerzo para no romper a llorar. Su madre cuidaba a ese niño con su vida, yunho confiaba plenamente en ella  por ende no podía evitar sentirse culpable.  
 
   -No lo se, hijo. Yo estaba ordenando las cosas para la reunión de mañana y Mari estaba en la cocina, no se hace cuanto que no está en la casa, pero no creo que este muy lejos sólo tenemos que buscarlo-, su hijo caminaba de un lado al otro meciéndose los cabellos. 
 
   -PUEDE ESTAR EN CUALQUIER PARTE. NO TE DAS CUENTA QUE SE LO PUDIERON HABER LLEVADO-, no podía evitar gritar, quería culpar a su madre por no ponerle más atención a su pequeño, a pesar de que muy en el fondo sabía que eso no era cierto. 
 
   -Hijo, por Dios, no digas eso. Chang min debe estar en alguna parte del viñedo, ya sabes que últimamente está muy inquieto…- fue interrumpida por Mari, quien venía corriendo y llorando desconsoladamente. Un frío recorrió la espalda de Yunho y el de su madre, quienes pensaron lo peor. 
 
   -SEÑORES, CHANG MIN…- Mari no podía hablar a causa de las lágrimas, provocando más espanto en ellos. –EL NIÑO…-, estaba ahogada por las lágrimas. Esto le hizo perder la paciencia al hombre, quien ya no soportaba ni un minuto más. 
 
   -POR LA MIERDA, PUEDES HABLAR…-, no alcanzó a terminar la frase cuando la voz de su pequeño lo interrumpió. Chang min corrió a sus brazos y él lo tomó inmediatamente. Lo abrazó con mucha fuerza, la idea de perderlo lo tenía casi sin respirar y ahora que lo tenía en sus brazos nuevamente se dio cuenta de la falta de aire. 
 
   Después de unos segundos se pudo calmar y se percató de la presencia de un joven. Le dio al niño a su madre y llenó de furia se fue hacía ese joven. Quería respuestas a las mil preguntas de su cabeza y aunque no tenía nada contra el, lo comenzó a interrogar   de manera muy ruda. 
 
   -¿QUIÉN ES USTED? ¿QUÉ HACIA CON MI HIJO?-, lo sujetaba fuertemente. Su enorme altura lo hacía un hombre intimidante para cualquiera, sin embargo   jaejoong le mantuvo una mirada desafiante. Con un brusco movimiento soltó su brazo y se liberó de esa enorme mano. 
 
   -PRIMERO QUE TODO, NO ME GRITE, SE CALMA Y CONTESTARÉ CUALQUIER PREGUNTA QUE TENGA-, la reacción del  joven lo sacó de su estado iracundo, devolviéndolo a la realidad. Miró a su madre e hijo quienes estaban muy asustados con su actuar. -Mi nombre es jaejoong kim, vivo en el viñedo colindante a sus tierras y encontré a su hijo- a pesar de que yunho fue muy brusco con el, se notaba muy firme. Al ver que el hombre lo miraba atónito, prosiguió. –Ahora, como veo que no encuentra las palabras, le daré una pista: tiene que decirme GRACIAS-, mantuvo su mirada altiva. 
 
Poco a poco Alonso fue recuperando la cordura y pudo darse cuenta de lo hermoso joven que tenía enfrente. Si bien su aspecto reflejaba una dulce ternura, la postura que sostuvo frente a sus gritos lo contrastaba. Se notaba que tenía un fuerte temperamento y mucha personalidad. 
 
-Joven jaejoong, ¿cómo esta?- fue Yoo-Mi quien rompió el silencio, dejó a su nieto en el suelo y caminó hacía jaejoong, sin que este lo esperara le dio un fuerte abrazo, el cual correspondió. –Muchas gracias, no sabe la deuda que tenemos con usted por traer de vuelta a chang min-, lo volvió a abrazar. 
 
-No se preocupe Doña Yoo-mi, no fue nada-, jaejoong sólo se concentraba en esa mujer, ya que a pesar de entender que estaba asustado por la desaparición de su hijo, ese hombre le pareció una persona sumamente agresiva, hasta ese momento ni siquiera se había disculpado. 
 
-Papito, yo quería ir a verte, pero terminé en el viñedo de  jaejoong, el me encontró y me trajo a casa-, chan gmin se acercó a su padre, quien lo volvió a tomar en brazos. –Estaba muy asustado, pero el me ayudo. Sé que no tenía que hablar con extraños, pero el es muy buena-, lo último lo pronunció en un susurro, para que sólo su padre lo escuchara. 
 
-chang min, mi vida, sabes que no debes hacer lo que hiciste. Pudo haberte pasado algo-, yunho le hablaba con mucha ternura, estaba molesto por lo que pasó, sin embargo al verlo bien, todo eso ya no importaba. –Muchas gracias, joven-, esta vez se dirigió a jaejoong, quien no lo miró, sólo se limitó a asentir  
 
-Señora Jung, salí de mi casa sin avisarle a nadie, así que debo irme-, el  joven exageró su amabilidad para que el sujeto notara la diferencia. El brazo aun le dolía del fuerte apretón que le dio, estaba seguro que cuando lo revisara encontraría un moretón. 
 
-Si quiere lo acompaño a su hogar-, la gratitud de la sr. Jung no tenía límites, si ese muchacho le había caído bien, más ahora que le había regresado a su hermoso nieto. –O puedes quedarte a cenar con nosotros y mandamos un mensajero a tu casa. Tenemos que buscar una manera para agradecerte-, miró a su hijo y se dio cuenta que no los había presentado. –Jaejoong, querido no te he presentado a mi hijo yunho-, lo miró con un gesto para que éste hablara. 
 
-Joven Jaejoong, de nuevo muchas gracias- le ofreció la mano para oficializar la presentación, pero notó que el joven respondía el gesto de mala gana. Esto le molestó, ya que si bien se había comportado como un cretino, el debería entender que el miedo lo cegaba. 
 
-Le agradezco la invitación, sin embargo es necesario que me vaya, mi cochero me está esperando-, nuevamente no miró a yunho, aun así sintió que éste tenía la vista fija en el. –Hermoso, fue un placer muy grande conocerte, pero espero que nunca más te escapes de tu casa-, se acercó a el niño que estaba en los brazos de su padre. Frente al gesto, chang min se lanzó a los brazos del joven como una amplia muestra de cariño. 
 
Cuando lo dejó en el suelo, le dio un tierno beso en la frente y se despidió nuevamente de la familia. Tenía que salir muy pronto del lugar, se sentía muy incomodo. Estaba feliz por ver contento a chang min, pero también se sentía malhumorado por el trato de ese hombre. 

 Yunho estaba realmente asombrado, si bien su hijo era muy dulce con todos, los gestos de cariño sólo se limitaban a la familia, desde la muerte de Yoona no abrazaba con esa emoción a nadie. Nuevamente un enojo lo embargó por la actitud del joven, quien se fue sin siquiera mirarlo. 
 
   Espero hasta estar en el carruaje para sobarse el brazo. Ese demonio lo había apretado muy fuerte. Seguía insistiendo en que no era la manera de comportarse, por muy asustado que estuviera, no podía arremeter contra el mundo por sus problemas. Le pidió al cochero que se apresurara por llegar a su casa, tenía ganas de estar con su madre. 
 
   Llegó y se fue directamente a la cocina, a pesar de que llevaba años casada con su padre y que para todos era la condesa de Kim, una dama muy refinada, nunca olvido su sencillez. Se hacía cargo de todos los detalles de esa casa, uno de los cuales era cocinar. Desde niño jaejoong  pasaba horas acompañándola y aprendiendo cada cosa, a parte de quererla mucho, sentía una profunda admiración por esa mujer. 
 

   -Mi niño, ¿puedo saber dónde estabas metido?-, jiyool  estaba segura de que se había escapado a los viñedos, desde siempre había sido muy arriesgado con sus actitudes. Quería sonar molesta, sin embargo en su naturaleza nunca estuvo enojarse, menos con jaejoong  que era el hijo que nunca pudo tener. 

 
    -No tienes idea lo que me paso-, se fue hacía el mesón de la cocina donde lo esperaba una exquisita jarra con zumo de frutas. –Sé lo que estas pensando y tienes razón, me escape solo a los viñedos-, jaejoong puso su típica sonrisa de disculpa que frente a todos lo hacía ver encantador. –Pero cuando te cuente todo, me vas a felicitar-, se apresuró a decir cuando vio que venía el regaño de su madre. 

 
jaejoong  narró detalle por detalle y muy emocionado todo lo que había pasado, como había conocido a chang min y que tuvo que llevarla a la mansión Jung. Ahora que se escuchaba a si mismo contando la historia, se dio cuenta lo arriesgado del acto del niño. 
 
   -¡Por Dios! Menos mal que tú lo encontraste, no me quiero imaginar que hubiera pasado si el pequeño hubiera llegado a otro lugar-, jiyool se había sentado en la mesa de servicio, frente a su hijo. –Pobre familia. El susto que debieron pasar al no encontrarlo, si me hubiera pasado algo así cuando eras niño y simplemente me muero-, con mucha dulzura acarició la mejilla de jaejoong. 
 
   -Sí, pobres, sin embargo no se justifica la actitud de ese energúmeno. Casi me tritura el brazo y yo no tenía culpa de nada- se sobó nuevamente donde lo habían apretado. Se mordía suavemente el labio inferior, su típico gesto para demostrar su enfado. Al verlo jiyool sonrió, como siempre estaba cerrado en su terquedad. 
 
   -Puede que la reacción no fuera la mejor, sin embargo deberías reconocer que era un padre asustado. Te imaginas cómo actuaría tu padre en una situación igual. Hubiera arrasado con medio pueblo buscándote-, jiyool se paró a revisar una de las ollas que tenía sobre el fuego. 
 
   -No le sé, lo único que tengo claro es que no me interesa mucho relacionarme con ese sujeto-, se paró para coger una manzana y volvió a su sitio, por la mirada divertida de jiyool se dio cuenta que sus deseos no iban a poder cumplirse. Apoyo los brazos en la mesa y hundió su cara. 
 
   -Cariño, tú lo sabías. El día que Doña Yoo-mi nos vino a visitar nos anunció la velada-, jaejoong  lo miraba con ojos suplicantes, lo conocía de toda su vida, así que jiyool sabía que venía una buena protesta. –Sin decir nada, tendrás que ir. Nos invitaron a todos y sería un feo gesto no presentarse. ¿Qué diría tu institutriz si te portaras tan mal educado?-, jiyool volvió a sentarse frente a el  joven. 
 
   -Tú eras mi institutriz-, jaejoong volvió a sonreír, sin embargo los pasos fuertes de su padre le anunciaron que un reto se acercaba. Se puso al lado de el con las manos en la cintura, mirándolo fijamente. jaejoong se levantó, acariciándole el brazo. -¿Pasa algo, papá?-, el falso gesto de inocencia agotó la paciencia del sr. Kim. 
 
   -¿Cómo que si pasa algo? Por supuesto que pasa. A pesar de que te dije que no fueras solo a los viñedos, te dedicas a pasear como si los conocieras de toda la vida-, si bien la voz del hombre era muy fuerte, ambos  sabían que no había peligro, ya que conocían que era inofensivo. 
 
  jaejoong le explicó con muchos más detalles la historia de su día y si bien no lo convenció del todo, la actitud de su padre fue mucho más relajada. Le dio un rápido beso en la mejilla y se disculpó, necesitaba con urgencia refrescarse y descansar, no se había dado cuenta que todo lo había dejado agotado. 
 
********************************** 
   -Sigo insistiendo que aun le debes una disculpa a ese joven. Lo trataste como si fuera culpable de lo que pasó-, yoo-mi a había seguido a su hijo hasta su despacho, necesitaba que se diera cuenta del error que había cometido y que lo remediara pronto, más ahora que vio la actitud de su nieto con es joven. 
 
   -Lo sé, pero el  tampoco fue un derroche de educación. Tendría que haber entendido el susto que pasé al no encontrar a mi hijo, le di las gracias y ni siquiera me las aceptó. Muy educado no es, déjame decirte-, yunho se sentó en su escritorio y tomó el montón de documentos que debía revisar. 
 
   -Hijo, por favor, no te cierres en esa postura que sabes muy bien que es errónea. Sólo te limitaste a agradecerle, sin embargo no te disculpaste por ser tan agresivo en un comienzo. Menos mal que ese joven era valiente, otro en su lugar hubiera roto en llanto-, yunho se limitó a mirarla fijamente, lo que tranquilizó a la mujer, quien sabía que lo había escuchado. 
 
   -Madre, cambiando de tema- yunho se acomodó en su asiento, ya que después del incidente de ese día, había tomado una decisión. –Anunciaré mi matrimonio con Hye , ya no puedo esperar más. Mi hijo necesita una madre que me ayude a criarlo como toda un caballero-, yoo-mi se sentó frente a su hijo, esa idea no le gustaba nada. 
 
   -Me tiene a mi, hijo, no lo olvides-, había sincero pesar en la voz de su madre, ya que todas sus actividades se centraban en cuidar al pequeño. –No creo que debas tomar esa decisión tan apresurado, además deberías conversarlo con chang min-, a su madre no le agradaba esa mujer, no la sentía para nada sincera. 
 
   -Lo sé, madre, pero es injusto que todo ese peso quede en tus hombros, además mi hijo está cada día más inquieto. Cosas como las que hizo hoy se pueden repetir y no me quiero arriesgar-, yunho se paró para rodear el escritorio y ponerse frente a su madre, sabía que hye no era de su total agrado, pero estaba seguro que era una buena mujer. 
 
   -Pero podríamos buscarle una buena institutriz. Siempre dijiste que no querías una ya que era muy frío, pero me tiene a mí y una tutora podría ayudarle perfectamente, está en la edad perfecta para tener una-, en la cabeza de jiyool  no estaba exactamente la idea de una institutriz. 
 
   -No lo sé, madre, tengo que pensarlo, pero quiero que tengas claro que mi compromiso con  Hye  será anunciado muy pronto y me gustaría que me apoyaras-, su madre se paró y le acarició la mejilla, para después salir del lugar. Era cierto que su nieto necesitaba una madre, sin embargo ella había visto al candidato ideal. 
 
   Yunho volvió a sus asuntos. No podía olvidar a aquel joven que le trajo de vuelta a su hijo. No tenía duda alguna que era bello, muy bello. Un cuerpo deseable para cualquier hombre y un rostro maravilloso, sin embargo lo que más lo deslumbró fue su actitud. Sin duda era una joven con mucho temperamento.