lunes, 10 de noviembre de 2014

Tracción Inesperada: Capítulo 1: El comienzo del caos





Título: tracción Inesperada
Autor:Yae
Pareja. YunJae
Género: drama 

Capítulo 1: El comienzo del caos

Kim Jaejoong miraba por la ventana de su habitación, las tierras volvían a cultivarse, después de que su padre falleció sus tierras no volvieron a ser cultivadas hasta que su madre se casó. La casa estaba más hermosa que nunca, pero ni los campos de arroz y los cultivos de maíz y cereales que dejaban ver una tierra fértil y agradable, podían levantarle el ánimo.

Jaejoong suspiro pesadamente no podía creer que al siguiente dia se casaría con Yunho, descendiente de la familia de Jung no podría creer que hasta este tiempo aún esa familia seguía siendo tratada como nobles por dios más nobles eran sus caballos que el feo Yunho

El matrimonio había sido concertado dos meses atrás entre su padrastro don Tae, y el, y desde entonces jaejoong había realizado tres intentos de huida, pero las tres veces había sido capturado y devuelto a las garras de su cruel padrastro que le dio unos fuertes golpes dejándolo postrado en cama, pero en esta a ocasión, el correctivo lo había recibido su madre, y no el.

Joven.- susurro una de las empleadas aunque vivían ya en un lugar demócrata y civilizado algunas familias de nombré y tradición se conservaban, y para desgracia jaejoong vivía en una de esas donde las empleadas siempre se dirigían asi joven, señor, señorito, etc por primera vez desde que tiene conocimiento y corazón jaejoong maldijo su suerte.

Mi omma está bien.- pregunto y la empleada sólo bajo la mirada logrando que este se mordiera los labios.

Su padrastro castigaba cruelmente la desobediencia, una lágrima rebelde escapó de sus ojos negros, al recordar la imagen de su madre, tendida en la habitación con el labio ensangrentado y sus ojos cristalinos. Era un hombre soltero y con sueños los cuales a la mañana siguiente acabarían porque estaría casado y sujeto a su esposo.........., quisiera el o no.

Cerró sus ojos y el rostro serio, de su prometido se cruzó en su mente, y le invadió la desesperación. Conocía a yunho desde niño, pero con quien había entablado amistad era con su hermano menor, Yoo, más próximo a su edad, y de quien estaba enamorado desde siempre. Si bien era cierto que Yoo no tenía la apostura de yunho, ni su fuerza de carácter, sí tenía un rostro amable y una tendencia a la serenidad.

se imaginaba la vida con Yoo hubiera sido tranquila, en cambio con su estúpido hermano sería… no sabía lo que sería, pero estaba convencido que sería exactamente lo que Yunho quisiera que fuera. Tampoco estaba seguro de cómo lograría soportar vivir bajo el mismo techo que Yoo, siendo su cuñado.
Él también sentía algo por el, se lo había confesado una tarde, pero su amado nunca haría nada para enfrentarse a yunho. Todos parecían temerle. ¿Debía también el temer a su esposo? Resignado a su destino, se quitó las ropas que llevaba, se puso un polo largo y holgado y se metió en la cama, a sabiendas de que no lograría dormir.

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A escasos quince kilómetros de allí, Yunho, intentaba calmar su impaciencia sin éxito. Al día siguiente, por fin, Kim jaejoong sería suyo para siempre. Sonrió, pero su sonrisa no se reflejó en sus ojos, dios como adoraba a aquel mocoso, y por fin podría reclamarlo como suyo.

Sabía que debió hablar con el sobre sus intenciones de matrimonio, y no con su padrastro, pero jaejoong le hubiera rechazado de plano, pues parecía enamorado de su hermano, y si era rechazado su orgullo, y tampoco su corazón lo hubieran podido soportar. Después se levantó de su cama y miro por la ventada el sol parecía caerse del cielo ¿Sería un loco, por casarse con un hombre enamorado de su hermano? Y negó con la cabeza. No. Yoo no era para jaejoong, y el no tardaría en darse cuenta de la verdadera personalidad de su hermano, una vez vivieran en la misma casa. Su jaejoong necesitaba un hombre que le igualara en espíritu, y solo yunho podía controlar el carácter del muchacho.
Desde niño, jaejoong había actuado casi como un salvaje, con su padre enfermo y su madre abocada a su cuidado. Nadie había atendido de su educación con esmero, y el muchacho había correteado libre por el campo, haciendo todas las cosas que se supone que deben hacer los hijos de los empleados. Sólo él lo lograba ruborizarlo con sus malos comportamientos y por eso desde que eran niños yunho era cruel con el y así lograr que sus bellas mejillas blancas y pálidas se volvieran rojas y brillantes.

Definitivamente te amo.- susurro yunho sonriendo se acostó a su cama queriendo que las horas pasaran lo más rápido posible para que muy temprano por fin jaejoong o jaeboo fuera suyo, para siempre no solo en cuerpo, sino también en alma

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El día apenas comenzaba a dar sus primeros rayos cuando Jiyool, la madre de jaejoong, entró en la habitación corriendo las cortinas, permitiendo que la luz del sol alumbraran la habitacion

Jaejoong, cariño -susurró junto a el - es hora de comenzar a prepararte. Jaejoong escondió la cabeza bajo las sabanas, en un vano intento de olvidar lo que las palabras de su madre significaban.

Arriba, no seas niño -la regañó haciendo a un lado las cobijas.

Diles que estoy enfermo o mejor que he muerto de un paro cardiaco fulminante.- susurro tratando de cubrirse nuevamente con las mantas de la cama.

No seas chiquillo.- El tono cansado de su madre le hizo desistir de su intento por permanecer en su cama , alzó la mirada hacia el rostro pálido de su madre, que aún presentaba los rastros de la golpiza recibida por su causa. El sentimiento de culpa volvió a instalarse en su pecho y un nudo de angustia atenazó su garganta.

No llores -dijo jiyool al ver la humedad que comenzaba a bañar sus ojos

Omma .- susurro jaejoong triste cual niño chiquito.

Estaré bien -forzó una sonrisa- Ahora debes prepararte.

Sí, omma-dijo suspirando resignado.

El agua caliente y perfumada con esencia de rosas tuvo un efecto relajante en sus tensos músculos, aunque no en su estado de ánimo, que continuaba decaído. Aún esperaba que un milagro lo librara de aquel horrible matrimonio, la sola idea de imaginarse desposado con Yunho lo hacía estremecer. Si al menos Yoo tuviera el coraje de enfrentarse por una vez a su hermano... pero no, sabía que eso jamás sucedería. Así y todo en su interior continuaba revelándose ante la idea de aquella unión concertada por su padrastro.

Se contempló ante el espejo y apenas sí se reconoció. Deslizó la mano sobre el suave sastre, tocando el delicado cinturón que cubría su cintura dejando ver su delicado cuerpo. Observó su reflejo en el espejo y vio lo hermoso que estaba, acarició sus labios brillosos.

Estas bellísimo, hijo -exclamó Jiyool emocionada al contemplar la imagen del joven en el espejo.

Sí -se limitó a contestar. No tenía sentido acongojar a su madre más de lo que ya estaba. Aunque no lo expresara en voz alta, él sabía que tampoco aprobaba aquel enlace, pero su palabra no tenía tanto valor como la de él, en ese asunto. Así que dibujó una sonrisa en su cara y alzando la barbilla se dispuso a enfrentar su destino.

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Yunho descendió las escaleras con prisa, saltando los escalones de dos en dos para frenarse en el Hall con un movimiento seco. -¿Dónde está? – rugió con voz grave recorriendo la sala con ansiedad. Aún no se había terminado de vestir cuando su ayudante le había informado que Yoo se marchaba de la casa. ¿Acaso su hermano estaba loco? ¿Dónde pensaba ir? El bueno de Siwon llegó tras él jadeando con la esperanza de que Yunho lo esperara, pero este solo siguió y siguió recorriendo la propiedad. ¿Por qué ahora? ¿Por qué justo ese día?

Los invitados comienzan a llegar señor.- dijo Siwon mirando la furia en los ojos de yunho.

Sr. no es la primera vez que Yoo se marcha así y luego ya sabe que no tarda en regresar.-dijo cansado Siwon, yunho fulminó con la mirada

¡Debieron avisarme antes! – le apuntó con el dedo índice. Bastante nervioso estaba ya con el tema de la ceremonia como para que su hermano se comportara de manera tan infantil.

¿Quiere que avise al juez para que retrase la boda?.- dijo

¡no! Seguiremos adelante, no pienso cambiar mis planes por Yoo. – dijo agitando la cabeza como un león enfurecido. Sus ojos brillaban tan peligrosamente que Siwon se apartó de él con precaución.

¡Maldita sea! ¿Es que nunca piensa antes de actuar?.- grito yunho molesto Siwon abrió la boca para hablar pero después de pensarlo mejor se encogió de hombros.

¿Qué? – Le preguntó viéndole titubear -¿tú también opinas que debí hablarlo antes con él? .- dijo sabiendo que ese era el problema su casamiento.

¡Por Dios es un niño! Al menor problema que aparece en su camino se esfuma, si siquiera está preparado para hacerse cargo de nada. ¿Cómo voy a confiar en él? – soltó un fuerte suspiro.

Conocía a Siwon desde siempre y sabía que no le respondería. Furioso y con paso firme regresó a su dormitorio a terminar de vestirse. Sus dedos nerviosos fueron incapaces de ajustar el ancho pañuelo de seda sobre el cuello. En ese momento le dieron ganas de mandar todo al diablo, pero no lo haría. No por un capricho de Yoo. No cuando por fin se uniría con el hermoso joven con el que todas las noches soñaba…………….¡Mierda! Era su hermano pequeño y el mejor amigo de jaejoong. ¡Amigo! Yoo no podía estar enamorado de él, aún era muy joven y todavía no sabía lo que quería. No había sido responsable en toda su vida y ahora se lo demostraba así, huyendo como un cobarde.

Debemos llegar antes que el novio – le dijo Siwon apartándole las manos para afianzar el pañuelo, luego le tendió la chaqueta oscura.

Intente calmarse un poco. -¿será posible? – Preguntó a su vez arqueando las cejas

Si tuviera a Yoo aquí le cogería por el cuello…

¡No diga tonterías! Ama a su hermano y jamás le haría daño – Siwon dijo sonriéndole

Es cierto, pero le vendría bien una buena reprimenda, de hecho se la tiene bien merecida.- dijo viendo que ya estaba listo.

Seguro que cuando se le pase esta rabieta volverá con el rabo entre las piernas.- susurro Siwon sonriéndole

Si,- susurro un poco con la mirada en el horizonte no sabía, Yoo siempre volvía aunque esta vez Yunho no estaba tan seguro. Quizá había consentido demasiado al joven. Debió haberlo obligado a retomar sus estudios cuando los dejó, sin embargo siempre lograba convencerlo de todo con sus argucias.
Hubo un tiempo que llegó a pensar que Yoo se alegraría por la decisión tomada respecto a jaejoong pero por lo visto no era así. Una duda cruzó su mente como un relámpago. ¿Y si era cierto que Yoo se creía enamorado del joven?

Señor Jung el vehículo está preparado ¿me ha oído?.- aquella voz lo saco de sus pensamientos

¿Qué? – yunho levantó la vista terminándose de abrochar la chaqueta. Siwon se hallaba observando el exterior a través de la ventana.

Le esperan – repitió.

Bien, bueno – tomó una bocanada de aire como si se tratara de algún sedante que no surtió efecto y asintió con la cabeza – vamos allá.

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Muy lejos de allí un caballo galopaba frenético por los ricos pastos cubiertos de verde musgo. El jinete parecía estar muy cabreado, instigaba al animal a correr mucho mas rapido. Yoo se había marchado encolerizado de su casa, ¿qué podía hacer? Su querido Jaejoong se casaba y nada menos que con su hermano mayor. ¿Cómo podía competir con él? Lo tenía todo; la apostura de un principe, el encanto de un seductor y la fuerza e inteligencia de un rufián.
Mientras que él no había conseguido nada, no había terminado los estudios y no sabía que iba a hacer con su vida. Sus escasos 19 años le pesaban como si llevara una cadena de plomo alrededor de su cuello. Podría irse a Seúl, a lo mejor un cambio de ciudad le sentaba bien. Pero, ¿podría olvidarse de Jaejoong? Había vivido momentos preciosos con él, pero contra su hermano no podía hacer nada.
Lo único que le carcomía en las venas era el preguntarse porque no le había hablado de sus intereses. ¿Por qué se quería casar con el? Acaso lo amaba o era un matrimonio de pura conveniencia. Compadecía a Jaejoong, tendría que aprender a vivir con su hermano. Un hombre que levantaba pasiones allá donde iba, un hombre que había seguido con los negocios de su padre de una manera fructífera, un hombre que había conseguido todo lo que se había propuesto. Y si…su mente bullía más allá de la razón. Se iría todavía más lejos… surcaría los mares y conocería otras tierras y otras culturas. Y se olvidaría de su cómoda vida.


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Antes de salir de su habitación tuvo un pensamiento, se imaginaba a Yoo a lomos de un caballo, como en las historias de los libros que el mismo le leia. Venía a salvarlo de las garras de su hermano y la llevaba con él.

Jaejoong, cariño vamos a llegar tarde.-la voz de su madre lo sacó del sueño de golpe.

No podía ser, Yoo era un hombre tranquilo que no se arriesgaba. Vivía el día a día sin pensar en el futuro. Se resignó a admitir que tenía que intentar soportar el día como pudiera y seguir su vida al lado de ese hombre. En sus recuerdos lo veía reprendiéndolo por sus travesuras y más tarde lo veía levantando pasiones en torno a las mujeres de los alrededores. Suspiró largamente antes de salir de su alcoba.

Instalado en el carruaje que la llevaría hasta la hacienda dónde tendría lugar la ceremonia, jaejoong contempló el rostro complacido de Don Tae y prefirió apartar la mirada. Aún no lograba entender como su madre se había casado con semejante monstruo. Era cierto que tras la repentina muerte de su padre, no habían quedado en muy buena posición, las deudas contraídas por su progenitor las habían dejado a merced de los acreedores. En momentos tan delicados, la aparición de Don Tae y su propuesta matrimonial fueron casi providenciales y Jiyool no había dudado en aceptar. Más pensando en el bienestar de su hijo que en el suyo propio.

Lo que jamás hubiera podido imaginar, era que el hombre con el que se desposaba era un tirano, déspota y avaro que los tendría sometidos bajo castigos y amenazas. ¿Qué sería de su madre ahora que el se casaba? El simple hecho de imaginarla sola en aquella casa con ese hombre le erizaba la piel y lo angustiaba. Lanzó una rápida mirada hacia la mujer que la había traído al mundo, su rostro se veía serio y su mirada permanecía perdida en algún punto del paisaje. Se suponía que para una madre ese día tenía que ser tan especial como para el, pero ninguno de las dos se sentía feliz, ambos sabían las consecuencias que el enlace acarrearía.

Sumido como estaba en sus pensamientos y preocupaciones, no se había dado cuenta de que el carruaje se había detenido ante la puerta de aquella casa que pronto seria suya. Fue la voz desagradable y atronadora de Don Tae lo que la hizo reaccionar.

Muévete muchacho, no te quedes ahí pasmado -lo agarró del brazo y le dio un fuerte meneo

Duele.- susurró jaejoong

A veces pienso que lo único que posees es belleza y que esa cabeza tuya está más hueca que una calabaza.-dijo aquel hombre mirándolo fríamente

Jaejoong se mordió la lengua para no responder al insulto, a la vez que tiraba del brazo para liberarse de la garra que comenzaba a clavarse en su carne. Descendió sin ayuda de una manera muy poco ortodoxa a la vez que fulminaba con la mirada la espalda de su padrastro, que ya se dirigía a la puerta del templo.

No se lo tengas en cuenta cariño -susurró Jiyool tras el

.No sé como aún lo puedes defender, después de....- jaejoong solo miro a su madre.

Por favor -suplicó- Dejemos las cosas como están. Movió la cabeza de forma negativa, sin lograr comprender el porqué de la sumisión de su madre, pero no quería disgustarla y tras darle un beso en la mejilla

Está bien, terminemos con esto cuanto antes.- dijo Sin esperar más se encaminó hacia el portón, donde Don Tae lo esperaba para entregarlo a novio.

Las reducidas dimensiones aquella pequeña cabaña dentro de la casa le permitió ver a la perfección al hombre que lo esperaba ante el altar. Un estremecimiento le recorrió de arriba abajo, en el instante que sus miradas se encontraron. ¿Por qué cada vez que lo tenía ante el sentía aquel desasosiego? Algo que emanaba de él le hacía aparecer amenazante y peligroso ante sus ojos. No acertaba a discernir si era su gran estatura, su poderoso cuerpo o la penetrante mirada de aquellos ojos marrones oscuros como la noche. Agitado, desvió la mirada, momento que aprovechó para observar a los presentes, tratando de localizar a su amor, a Yoo. No estaba, Yoo no estaba. Mil ideas comenzaron a rondar su cabeza, a cada cual más disparatada. Finalmente volvió la vista hacia su futuro esposo y como si él pudiera leer sus pensamientos esbozó una sonrisa torcida que le heló la sangre en las venas.

Jaejoong alzó la barbilla negándose a exteriorizar el temor que el gesto arrogante de yunho provocaba en el. Trató de mantener la mirada firme en el rostro de su prometido para evitar mostrar la inquietud que lo invadía. El cabello de éste, negro como una noche sin luna y sus profundos ojos oscuros, parecía comerlo y a su pesar jaejoong tuvo que admitir que su futuro esposo poseía un atractivo difícil de ignorar. “Su futuro esposo”, y al pensar que ese hombre imponente e implacable en breve tendría su vida en sus manos sintió un escalofrío.
En ese momento yunho tendió su mano hacia el, sabiendo que no podía hacer otra cosa, subió los tres escalones que la separaban del altar. Como en un sueño, repitió las palabras que el juez iba diciendo y que la unían irremediablemente a yunho para el resto de su vida. Éste permanecía serio y tranquilo a su lado y su voz, profunda y ronca,…………….. Justo antes de pronunciar el “si quiero”, jaejoong buscó con la mirada entre la multitud, deseando ver aparecer a Yoo y que éste le rescatara como sucedía en las historias que tanto le gustaba leer. Pero yoo seguía sin aparecer y, sin poder reprimir un suspiro, jaejoong se entregó a un destino que otros habían marcado para el.

Tras finalizar las palabras rituales, yunho se volvió hacia el con un brillo de triunfo en la mirada y lo agarro con firmeza del brazo para ayudarlo a bajar los escalones que separaban el altar del pasillo que debían recorrer, jaejoong no pudo evitar un leve gesto tratando de desasirse, pues justo en ese mismo lugar Don Tae lo había agarrado con ferocidad, haciendo que un feo hematoma coloreara la suave piel de su brazo.
Yunho se enfadó al notar el gesto y agachándose hasta tocar con su cálido aliento la oreja del joven, murmuró

Ahora eres mío y cuanto antes lo aceptes será mejor para ti.- Tras oír estas palabras jaejoong ahogó un jadeo y entonces yunho, apretando los labios lo instó a caminar a su lado mientras jaejoong luchaba por reprimir las amargas lágrimas que deseaba derramar.

El resto de la celebración pasó como en un sueño; su padrastro bebía y reía, sin ninguna duda se sentía feliz por haberse salido con la suya. Por su parte yunho permanecía serio junto a el, presidiendo la enorme mesa de caoba en la que los criados servían un manjar tras otro, aunque cada vez que algún invitado se acercaba a felicitarlos respondía con una sonrisa y estrechaba la mano de jaejoong, como si realmente se sintiera muy satisfecho con esa boda. Jaejoong por su parte no podía fingir ningún tipo de alegría, permanecía con semblante triste y apenas había probado bocado, sólo sus ojos se movían frenéticamente por la sala, tratando de toparse con los ojos negros de Yoo, pero parecía que a éste se lo hubiese tragado la tierra. En ese momento yunho se inclinó hacia el y murmuró, con la voz teñida por la cólera.

Al menos trata de fingir que este matrimonio te alegra. – serio

¡Es que no me alegra!- contestó jaejoong indignado - ¡Y tú lo sabes!.- dijo mirándolo entre dolido y suplica

Lo único que sé es que ya está hecho y si piensas que voy a permitir ser el hazmereír de todo el mundo es que no me conoces.-Agarrándola con fuerza de la mano añadió: -ahora sonríe y deja de vigilar el regreso de mi hermano. – susurro muy molesto yunho Siwon solo podía ver a su señor molesto pero sabia y conocía su dolor por eso solo guardo silencio haría lo que fuera para que esto acabe lo antes posible por su señor y ahora su nuevo señor.

- ¡¡Te odio!! - exclamó el con vehemencia, notando con un sentimiento de humillación como sus ojos se humedecían.

Tú limítate a serme fiel y a darme hijos, lo que sienta tu corazón me es indiferente – dijo yunho totalmente furioso nos había como demonios hacer para ser dulce y delicado con jaejoong y cuando vio aquel rostro triste y aquellos ojos llenos de lágrimas se maldijo……jaejoong , sumido en su propia desesperación, no pudo captar los celos y el dolor que la voz de yunho dejaban traslucir.

¿Y dónde está Yoo? ¿Lo tienes encerrado? –preguntó jaejoong fingiendo una enorme sonrisa a nadie en particular. Los invitados parecían estar disfrutando con mucho entusiasmo de la suntuosa cena.

Yunho se tensó sin ser consciente que la copa de vidrio estallaba en su mano y que el vino caía entre sus dedos hasta la mesa. Instintivamente jaejoong se echó hacia atrás en su silla. Pudo ver el duro rostro de su ahora esposo, la fuerte mandíbula, pero sobre todos los ojos marrones como el pecado que lo observaban con el deseo de asesinarla. Siwon llegó en un santiamén acompañado de un sirviente. Entre los dos intentaron arreglar el estropicio.

Esposo mío, te has manchado la camisa – se atrevió hacerle notar jaejoong con una voz tan dulce que pecaba de empalagosa. Por respuesta obtuvo un gruñido junto a su oreja cuando yunho se levantó excusándose con los invitados.
Jaejoong sintió un dolor al ver la espalda de su esposo alejarse y no supo porque, sus manos juntas se apretaron y sabia siempre supo que yunho era frio, serio y enseguida parecía atacarlo con cualquier cosa. Siempre con la misma cantaleta –“eso no lo hacen los jóvenes de familia” “qué clase de educación le han dado a usted” Ahora que viviría con él ni quería pensar lo que la esperaba. ¿Tendría la mano tan suelta como su padrastro? Si eso llegaba a ser así no dudaría en huir. Se llevaría a su madre consigo. Quizá yunho no se daría cuenta si cogía un poco de dinero de allí, otro de aquí. Siempre con la firme proposición de devolverlo, con el fin de escapar de ese lugar.

Jaejoong podría ser muchas cosas pero no un ladron. ¡Dios lo librara de eso! Cuando Siwon regresó a coger el pañuelo de yunho que lo había dejado sobre la silla e jaejoong lo detuvo sujetándole de la manga.

Siwon ¿Dónde está Yoo? ¿Por qué no ha venido?.- dijo Siwon le regaló una mirada algo triste y se inclinó hacia el fingiendo limpiar algo que hubiera quedado de la mesa.

El señor se fue esta mañana. No sabemos dónde ha ido- dijo sabiendo que aquel joven amaba a el señorito Yoo.

¿se fue? – repitió con sorpresa – pero va a volver ¿verdad? –dijo mirándolo con miedo a no volver a ver a su amor

Se llevó ropa como para estar un largo tiempo ausente. – dijo Siwon después
¿A usted no la comentó nada?.- volvió a preguntar jaejoong negó preocupado.
No sabía que pensar. Nunca se había encontrado tan solo como en aquel momento. Siwon se marchó y a los pocos minutos reapareció su esposo con su aire orgulloso y altivo.

Me gustaría pedirte algo si no es mucha molestia – dijo jaejoong clavando sus ojos negros en aquellos que la miraron con dolor y cólera

Tú dirás – le contestó frunciendo el ceño con desconfianza.

¿sería posible que mi madre me acompañara durante unos días? Solo unos pocos mientras me voy acostumbrando. –dijo jaejoong

-Si te respondo que no… - dejó la frase en el aire y entonces jaejoong elevó el mentón desafiante y sus ojos adquirieron un brillo peligroso.

Iré todos los días a visitarla. Desde que salga el sol hasta que se ponga. ¿O piensas encerrarme aquí? Como no hemos hablado no sé qué es lo que esperas de mi ni que intenciones tienes… - pero fue interrumpido por la voz de yunho

Este no es el mejor momento para esta conversación, - dijo

¿pero sobre mi madre…? – susurro mirándolo

Lo pensaré. – yunho movió la mano hacía el sirviente y este corrió a servirle más vino.

¡Lo pensará! ¡Ja! ¡Cuando! ¿Cuándo su padrastro se marchara arrastrando a mi madre tras de sí?
Su madre cuanto había tenido que sufrir soportando a su padrastro. ¿Es que la vida tenía que ser tan injusta? Perder primero a su padre y ahora su libertad junto al amor de su vida, Yoo. ¿Sería que alguna vez pudiera sentir algo por el "su esposo”? Y para colmo enfrentarse a esa noche de bodas. Eso era lo que más le aterrorizaba. Él sin duda sería experto y ella, ella le temía tanto, que quería salir huyendo.
A su lado yunho también pensaba en su situación.
Se sentía desesperado, su hermano había desaparecido y no creía que fuera a volver en un largo tiempo. Y su espléndido esposo lo odiaba. Tal vez se equivocó al llevar a cabo ese matrimonio, pero la verdad es que no podía permitir que nadie más se le adelantara. Si al menos hubiera hablado de sus intenciones con el mucho antes, no, no, eso ya lo había intentado y le dio miedo. Miedo al pensar que tal vez el pudiera rechazarlo, burlarse de sus sentimientos. Y eso es algo que no podría tolerar. Aun lo veía jugando como si fuera un chiquillo. Amaba a ese niño respondón y huraño y amaba ese mohín que hacia cuando estaba enojado y ese ceño que hacía cuando algo no le parecía.
Tal vez ya no podía hacer nada para conquistarlo pero empezaría con su lenta seducción esa misma noche entre las cuatro paredes de su alcoba. Sí, el tendría que rendirse a sus caricias, y a ese amor silencioso que le demostraría. Se entregaría en cuerpo y alma y de alguna u otra forma el también lo haría. Con esa resolución una sonrisa se pintó en su rostro. Sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos por su esposo nuevamente.

¿Lo has pensado? – dijo jaejoong

Pensar ¿qué? – dijo yunho un poco fuera de lugar

Lo que te he pedido –

Si supongo que sí puedo permitir que tu madre viva unos días con nosotros. Hablaré con tu padrastro mañana. –dijo

Pero, tienes que hablar con él ahora, para avisarle, sino después se negará- contradijo el con una mirada suplicante.

Pero no ves que tu padrastro está muy borracho ya- si supiera el que todo lo que le pidiera se lo daría, aun su propia vida. Pero esa era un arma muy peligrosa que no podría darle aún. Tiempo al tiempo se dijo. Lo primero era ganarse su confianza y su cariño después ya vería.
Yunho colocó su mano en la cintura de jaejoong y acercándose a su oído le dijo – ven conmigo-mientras acariciando su cintura y sorteando a los invitados, lo instaba a salir del salón. Si quería ganarse su confianza debía empezar cuanto antes. No había podido resistirse a tocarlo, había estado todo el día con ganas de acariciarlo, probarlo, el beso que le había dado en la la casa solo había hecho que aumentaran sus ganas por el

Adonde me llevas, los invitados aún no se han ido y tenemos que despedirlos – dijo jaejoong temeroso pues sabía lo que ocurriría en la noche de bodas, su madre la noche anterior le había medio intentado explicárselo, sin mucho éxito, Pero no estaba preparada, creía que tendría más tiempo para ir haciéndose a la idea, su mano en la cintura y su pecho apoyado en su espalda, no estaban ayudando en nada a calmar la sensación extraña que sentía en el estómago. Y el beso, en casa, recordó como yunho lo había levantado en velo mientras oía un puedes besar a su esposo y como el brillo de unos ojos marrones lo inmovilizaban mientras unos brazos fuertes y decididos lo rodeaban, la sensación que tuvo con el primer contacto de sus labios fue devastadora.
Salieron del salón, dejando el bullicio de la boda atrás y pasando de largo por escaleras que conducían a las habitaciones del piso de arriba, salieron de la casa.

Donde vamos- jaejoong dijo parándose de golpe y se negó a continuar andando sin saber donde lo llevaba, conteniendo su carácter por miedo a lo que le podía ocurrir a su madre, pero tenía los nervios a flor de piel

Relájate y confía en mí, voy a darte mi regalo de bodas.- dijo yunho cogiéndolo de la mano hasta que llegaron a las cuadras de los establos, un animal se movía inquieto en su nueva cuadra. Jaejoong corrió el cerrojo y entró –

blue- chilló, el animal levantó la cabeza y buscó a su dueño con la mirada, los ojos almendra de la bestia se tranquilizaron y acerco su cabeza. Jaejoong acarició su musculoso cuello mientras le susurraba palabras tranquilizadoras

jaejoong rió al notar como Blue con su aterciopelado hocico olisqueaba entre sus manos, sus bolsillos y lo empujaba suavemente con la cabeza, buscando su recompensa.

-Eres un interesado, dándote mimos y tu solo te interesan los dulces. .- dijo sonreindo Blue no cesaba en su empeño pero no encontró lo que andaba buscando , yunho solo lo miraba

Eres como un niño grande – hoy no llevo nada… Apoyo su mejilla en el flanco y se abrazó al animal, sus latidos y su calor lo reconfortaron.

Yo también quiero que me abraces- una voz profunda y sensual a sus espaldas hizo que se girara y recordara donde estaba y con quien estaba Ya había anochecido, y en la penumbra su esposo apoyado en la entrada de la cuadra con los brazos y las piernas cruzadas lo observaba. No podía distinguir sus rasgos, solo pudo ver el destello marron de sus ojos yunho se acercó y el retrocedió.

La luna iluminaba la cuadra y le descubrió a un hombre impresionantemente apuesto y peligroso. Los ojos estaban enmarcados por una mandíbula fuerte, labios generosos y bien definidos, nariz recta, tez morena y alto, muy alto, sus ojos lo inmovilizaban, su pelo negro como la noche, estaba echado hacia atrás en un descuidado desorden. Fue como si lo viese por primera vez.

jaejoong estaba hipnotizado, debía salir de allí, blue se movió, yunho desvió la mirada al animal por un segundo y jaejoong aprovechó para pasar como un rayo por su lado, él ya no obstaculizaba la puerta, fue una ilusión, solo salir de la cuadra una mano de hierro, lo aferró por el brazo la hizo girar contra la pared, flanqueando su huida con sus brazos apoyados uno a cada lado.
El miedo acudió a su cuerpo en el mismo instante que la fiera mirada de yunho se posó sobre el. Le faltaba el aire y su pecho subía y bajaba de forma evidente, rozando al hacerlo el torso masculino. Aquel mínimo roce enardeció los sentidos de yunho y no pudo evitar apoderarse de sus labios. Aquellos que llevaba deseando probar demasiado tiempo. Fue un beso arrollador, que dejó a jaejoong sin aire, nunca nadie lo había besado con la intensidad, la fuerza y la dominación que lo estaba haciendo yunho.
Cuando por fin se recuperó, en parte, de la sorpresa inicial, golpeó el pecho de su esposo con los puños, tratando de alejarlo, pero él no parecía notarlo. Pero sí lo hacía, por eso le asió las muñecas y las inmovilizó contra la pared a la altura de su cabeza. Un gemido de desesperación escapó de la garganta de jaejoong, que no desistió en su intento de liberarse, retorciéndose contra él, empujándolo con las caderas en un vano esfuerzo por alejarlo de su cuerpo.
Pero su empeño tan solo logró enfurecer a yunho, que ansioso como estaba no acogió de muy buen grado el rechazo de su esposo

Me perteneces -gruñó junto a su oído con la voz áspera y casi irreconocible- Y nada ni nadie podrá cambiar eso ya. Asimílalo.- dijo yunho entre cortado por la falta de aire por el beso que le había dado
Sentía el cuerpo tenso y dispuesto y los movimientos de jaejoong no hacían más que excitarlo, llevándolo hasta el límite de su autocontrol.

Jaejoong -susurró- No me rechaces.- suplico yunho aunque después negaría todo no yunho no sabía suplicar.

¿Había sonado a súplica? No, el nunca suplicaba, pensó jaejoong. -Dame lo que deseo -continuó a la vez que recorría la delicada piel del cuello, hasta alcanzar la firme barbilla, que mordisqueó ligeramente, con suavidad, provocando un leve estremecimiento en la columna de jaejoong.

No puedo -se le escapó con voz ahogada y temblorosa.

¿Por qué? -insistió él sin dejar de recorrerla con los labios, con la lengua. Sin soltarle las manos y apretándose contra sus tentadoras curvas- Eres mi esposo..- dijo yunho, descendió hacia el tentador botón que se había salido de su sitio dejando expuesto un poco de piel y dejó que su lengua jugueteara sobre el nacimiento de esa piel, que apenas asomaban en la discreta abertura de la camisa.
La humedad cálida de la lengua volvió a estremecerlo y un gemido involuntario escapó de sus labios. Sin dejar de besarlo, una sonrisa de satisfacción asomó a los labios de yunho. Después de todo su querido esposo no era tan inmune a él como quería demostrar o al menos no a sus caricias. Liberó las manos de jaejoong y las suyas se encaminaron hacia las caderas, donde se posaron tan solo unos segundos, antes de comenzar a querer desvestirlo.
Sintió la pequeña mano de jaejoong sobre su muñeca, tratando de detenerlo, ignoró el esfuerzo del joven y sin demora buscó como meter sus manos por aquel pantalón de su esposo. Se sentía ansioso por acariciarlo, por sentirlo rodeándolo. Mientras sus manos exploraban las zonas más íntimas de jaejoong su boca había vuelto al asalto, apoderándose de sus labios, robándole nuevamente el aire.

Jaejoong se sentía mareado y confundido por las sensaciones que su cuerpo comenzaba a sentir ante las caricias de yunho. Pudo tomar una bocanada de aire cuando el abandonó su boca para recorrer nuevamente su cuello.
En el momento que los dedos de yunho comenzaron a deslizarse sobre su intimidad, fue consciente de lo que estaba a punto de suceder y un gemido de pánico escapó de su boca.

-yunho -musitó sin fuerzas. Él no parecía escucharlo, continuando con su exploración y sus caricias.

-Aquí no, por favor, -las palabras salieron acompañadas de un sollozo que sí logró captar la atención de su esposo, que al instante pareció reaccionar, dándose cuenta de que había estado a punto de consumar su matrimonio en los establos.

Lo siento.- susurro yunho mientras se sacaba su saco y lo ayudaba a cubrirse.

Se lo que tiene que pasar, pero por favor no seas cruel.- dijo jaejoong tratando de no llorar, yunho lo vio y se maldijo abrazo a jaejoong y quería matarse el solo como podría ser tan animal, como lograría que este lo viera con ojos de amor si era una bestia.

No tengas miedo.- dijo yunho besando su frente y sin que jaejoong dijera algo más yunho lo cargo llevándolo hasta su habitación.

Jaejoong solo mordió sus labios y sintió como su cuerpo era dejado en la cama y cerró los ojos, solo tenía que dejarse hacer y una lagrima rodo por sus mejillas, que yunho beso y sin más se sentó junto a él.

Duerme.- dijo yunho y jaejoong abrió los ojos grandes sus miradas se quedaron allí en la habitación.

Continuara……………

7 comentarios:

  1. hay por dios yunho es un amor a pesar de que jae ama a yuu el no fue capas de luchar por jae y mejor se fue sin siquiera intentarlo
    en cambio yunho soporta los desplantes de jae y sigue insistiendo a conquistar a jae lo amo es muy tierno y si reacciona violento es por los celos y el rechazo de jae pero ya que se de cuenta de el hombre con el que se caso sera muy feliz y sera dichoso por tener a ese hombre a su lado GRACIAS sigo leyendo bye

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  2. por DIOS,,, qué enamorado está Yunho de su Jae... tan desesperado por él que llegó a casarse sabiendo que Jae está enamorado de su propio hermano.
    logrará que Jae lo ame'' ??' o sufrirán los dos en el camino??
    muy buena historia ... no la había leído antes y me encanta.
    gracias

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  3. Ooooh k amor Yunho animos, seguro que Jae caera en tus brazos por todo tus animos algundia
    Gracias por compartir <3

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  4. YH es un amor… aunque casi pierde el control con su boo , pero co. El siempre jajaa estan li. Do esperemos jae se de cuenta de su verdadera personalidad y que olvide a Yuu#*#

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  5. tan bello mi Yunho y ese padre de Jae hay q matarlo al mal nacido gracias x compartir

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  6. Ohh~~Yunnie ♥ no entiendo porque JJ no te quiere u.u pero caeras JJ jejej

    Ame el priner cap^^..

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  7. Yunho ama tanto a Jae que no le importó que se casara con el a la fuerza, pero de seguro pronto surgirá el amor entre ellos, luchen por su felicidad...
    Gracias

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