Traicion Inesperada: Capítulo 2: Delicadas Caricias

Capítulo 2: Delicadas Caricias
Yunho vio dormir a su esposo, acaricio su rostro, durante un largo rato, sin hacer mucho movimiento lo abrazo, no tenía nada más que hacer hasta que en la puerta unos pequeños golpes lo alejaron de su esposo.

Señor.- dijo Siwon

Siwon soy yunho para ti y el resto de la casa.- dijo yunho un poco cansado, Siwon solo sonrió.

Yunho.- se corrigió

Que pasa.-dijo saliendo de su habitación, sin cerrar la puerta es que a veces mejor dicho siempre el se olvidaba de lagunas cosas y para eso estaba Siwon .

Llego tarde, pero al final trajeron lo que solicito.-dijo Siwon y yunho sonrió triste. Pensando que su esposo ya dormía como para darle la sorpresa.

Dile que lo devuelvan.-dijo yunho

Pero señor…..era para su esposo.-dijo Siwon viendo la tristeza en los ojos de su amigo.

Llévame un café a mi estudio.-susurro alejándose, pero no avanzo mucho porque la voz soñolienta de su esposo lo detuvo

Qué es?.-susurro jaejoong, yunho lo miro estaba bello aun con el cabello alborotado y con su cara adormilada.

El señor contrato un especial de juegos artificiales y mando a decorar el estanque con tulipanes sus favoritas, para una velada romántica.-dijo Siwon recibiendo la mirada de desaprobación de su yunho, pero no le importó.

De verdad?.-dijo jaejoong mirando a su esposo, yunho suspiro y asintió.

Sé que estás cansado, así que duerme yo te alcanzo en un momento.-dijo yunho, pero jaejoong corrió bajando las escaleras algo que no sabía o mejor dicho yunho sabía muy bien que a jaejoong le encantaban los juegos artificiales eran como un sueño para aquel joven. Yunho sonrió al ver correr como niño chiquito a su esposo y suspiro mirando a Siwon sabía que aquel hombre lo había ayudado.

oohhhh!!!!!!!!.- gritaba jaejoong al ver los juegos artificiales alumbrar la noche, él amaba tanto eso, que no se dio cuenta cuando yunho lo tomo de la cintura y lo llevo caminando hasta el pequeño estanque que era cubierto por tulipanes y por hermosas cortinas blancas, jaejoong solo sentía que estaba flotante.

Te gusta.- susurro yunho muy cerca de su oído, jaejoong cerró los ojos, en ese momento se sentía volar, pero a pesar de eso podía sentir el cuerpo de su esposo casi cargarlo.

Gracias.- susurro jaejoong, mientras los fuegos artificiales cubrían el cielo de sus colores hermosos, los labios de jaejoong fueron cubiertos por su esposo de una manera suave, delicada y profunda.

Yunho tomo las manos de su esposo y lo rodeo, besándolo, tenía tantas ganas de recorrer cada parte de su cuerpo, que no sabía si estaba vez se detendría, se había propuesto darle tiempo a jaejoong, pero sentir como este le correspondía y sentir su cuerpo rendirse ante él lo hacían desearle más.
Lentamente yunho fue adentrando a su esposo a el pequeño cuarto hecho de coordinas blancas, besándolo sin que jaejoong se diera cuenta estaba correspondiendo a cada caricia y beso de su esposo, cuando yunho bajo lentamente hasta su cuello, besándolo recorriéndolo, el cuerpo de jaejoong tembló no de miedo si no por lo que estaba sintiendo.

¿Tienes miedo, jaejoong? –le susurró, jaejoong se giró hacia él lo miro perdido en esos ojos marrones que lo cautivaban de una manera que jamás nadie lo hizo ni siquiera su hermano

¿De ti? Jamás. - yunho sonrió. Aquel era su jaejoong, un hombre valiente y con arrojo.

Bien. - Eso fue lo único que dijo, pero jaejoong vio deseo y un brillo muy especial en el apuesto rostro de yunho. Sintió como los dedos de él le retiraban un mechón de su cara, y vio cómo su boca se acercaba a la del poco a poco, se sintió hipnotizado, incapaz de resistirse.
En el momento que llegó el contacto, algo en él se encendió, arrancándolo de sí mismo y llevándolo a un lugar desconocido del que nada sabía, pero en el que solo el placer estaba permitido. Jaejoong sintió cómo él profundizaba el beso, acariciando la cavidad de su boca con la lengua, y respondió con la misma pasión, que su esposo sentía y no sabía porque si no lo amaba respondía con tal intensidad.
Tampoco protestó cuando posó las manos sobre sus pezones, que ardieron ante la caricia y le pidieron en silencio mayor intimidad. Sin darse cuenta fue ayudando a yunho cuando le quito la camisa y recorrió con la punta de sus dedos su hermoso torso que temblaba, sus manos se unieron al de su esposo cuando este estuvo en el botón de su pantalón, no dijo nada no protesto cuando yunho se lo fue quitando, solo sintió como el aire recorría su cuerpo desnudo. A partir de ese momento el dejó de ser Kim Jaejoong el joven rebelde, convirtiéndose en el esclavo de las pasiones de yunho.
Yunho sabía que debía ir despacio, pero la apasionada respuesta de jaejoong le estaba llevando a la locura, la inocencia y urgencia en las caricias de su joven esposo, cuyas manos vagaban por su torso sacando botón, por botón, el temblor de sus manos y sus mejillas rojas por lo que estaba pasando lo estaba enloqueciendo.
Intentó contenerse, detenerse y solo acariciarlo con sus manos todo el cuerpo, sin que pasara nada pero la pequeña mano de él se cerró sobre su erección, curiosa,……………… y él ya no pudo resistirse. Se desabrocho toda la ropa y quedo desnudo frente a frente, dos cuerpos desnudos, uno temblaba, por el fuego que emanaba del otro y el otro cuerpo deseoso de fundirse en aquel cuerpo frágil. Antes de que se diera cuenta de su precaria situación y reaccionara con pudor, lo tomó en brazos, le dedicó un húmedo beso, lo tendió sobre las mantas que formaron una cama de rosas y tulipanes, colocándose él encima, cubriéndolo con su poderoso y excitado cuerpo.
Jaejoong apenas fue consciente de lo que estaba pasando, estaba desnudo y yunho sobre el, un hombre al que no amaba y que despreciaba por haberlo obligado a casarse, un hombre que no era Yoo, pero a pesar de que su mente supiera todo eso, su cuerpo, ajeno a cualquier razonamiento, se dejaba amar por las caricias, por los besos de su esposo, sintió como él se alejaba por un momento, y su ausencia le arrancó un sollozo. Abrió los ojos y le miró, suplicante. Y pudo ver su torso, duro, sus musculosas piernas, y la clara evidencia de su deseo, sus mejillas se sonrojaron al ver a su esposo , desnudo quien acomodo las telas de ese improvisada habitación y sonrió al verlo allí esperando por él , las pequeñas velas fueran apagadas solo el brillo de la luna los alumbra y cubría.
Jaejoong.- susurro yunho acostándose sobre el , mientras sus labios le recorrían desde su frente y fue bajando lentamente , su cuerpo temblaba al sentir los labios de su esposo, que fue bajando lentamente y cubrió con su boca un pezón de jaejoong provocando que este jadeara de deseo y tirara su cabeza hacia atras, sus manos solas fueron recorriendo la espalda ancha de su esposo.
Le acarició los pezones, la cintura, y siguió bajando hasta su centro, sintiéndolo húmedo, hundió su cabeza en aquel lugar secreto y jaejoong jadea de manera errática y yunho quería escuchar aquello que sabía que lo llevaría a la locura.
Ahh!!!!!! yun…hooo.- susurro jaejoong sintiendo como la boca de yunho apretaba y succionaba su miembro mientras sus dedos se adentraba a su pequeña entrada, insistiendo hasta llevarlo al borde del éxtasis, hasta que él le suplicó en un sollozo que calmara sus ansias.

Yunho….. yun….hooo.- volvió a decir jaejoong mientras yunho lo miraba y sólo entonces se permitió llegar un poco más lejos, y con infinita suavidad, haciendo gala de toda su fuerza de voluntad, lo penetró cuidadoso de causarle el menor dolor posible. Jaejoong sintió una punzada de dolor en su interior y trató de separarse, pero las manos de yunho le aferraron las caderas como tenazas, impidiéndole apartarse, dejando que su suave cuerpo se relajara unido al cuerpo de él.

Tranquilo mi amor.- susurro yunho mientras lo miraba, vio miedo en sus ojos y una pequeña lágrima recorrió por las mejillas de jaejoong quien busco las manos de yunho y este las tomo apretándole fuerte y beso sus labios haciéndole sentir a su esposo seguro y confiado.
Cuando yunho comenzó a balancearse dentro de el, jaejoong se maravilló con las sensaciones nuevas que le abrumaban, y casi sin querer buscó acomodarse al mismo ritmo, buscando liberar inconscientemente el volcán que parecía explotar dentro de el, con la boca abierto y los ojos perdido en la mirada de su esposo sus respiraciones chocaban y sus cuerpos se movían delicadamente.

Yunho alejo sus labios al ver como jaejoong temblaba y se tensaba al sentir como en cada embestida se adentraba más a su cuerpo que estaba muy apretado, yunho sentía que moriría sino estaba mas profundo de su esposo, pero también era consciente de que no podía hacerle daño era aún muy joven.

Iré despacio mi amor.- dijo y jaejoong lo miro, era la primer a vez que yunho le decía mi amor y su corazón parecía que se saldría de su sitio, sin darse cuenta el mismo fue abriéndose más para su esposo, poso sus manos en la espalda de su esposo y sin saber cómo susurro aquello que yunho no pensó jamás.

Sigue.- dijo jaejoong, al tener su consentimiento, yunho aceleró sus embestidas, hasta que estuvo tan profundo que jaejoong grito por el dolor y sensaciones que sentía al sentir como su esposo lo embestía de manera ruda pero delicada, no sabía como pero se sentía seguro y completo. Notó como el cuerpo de él se tensaba, escuchó su gemido de liberación, sintió como se desplomaba debajo de él, inerte, y justo entonces se dejó ir él, gritando también cuando el éxtasis más increíble que nunca hubiera experimentado, lo traspasó. Exhausto y sin sentido, se dejó caer encima de él, sabiendo que ninguna fuerza, divina o humana, lograría separarle ya de su amado esposo. No después de aquella noche.

Jaejoong se acurruco en el pecho de su esposo, sentía que nada era igual, cerro sus ojos y una pequeña lagrima cayo, no sabía porque pero su cuerpo se sentía incompleto. Yunho lo rodeo con sus brazos y beso, cuando ya estaba dormido sin hacer mucho ruido se vistió y cubrió a su esposo, cargándolo y sin querer vio aquella mancha roja en las telas y sonrió ahora él le perteneció ahora era suyo.

Eres mío.- susurro yunho y camino hasta la casa, donde Siwon lo esperaba, en silencio y le ayudo a abrir la cama.
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A la mañana siguiente a jaejoong le costó abrir los ojos, se sentía extrañamente cansado, pero poco a poco a su mente comenzaron a acudir las apasionadas escenas de la noche anterior y sintiéndose despierto de golpe se incorporó en la cama, pero el dolor en sus caderas le hizo gritar y llorar de dolor.

Yunho.- susurro asustado, lo primero que hizo fue llamarlo, cuando se vio no estaba y una tristeza lo invadió , pero no sabía porque su esposo no estaba con él en este momento, se enfureció al darse cuenta que fue un idiota al dejarse tocar por alguien tan ruin y frio como yunho seguro estaba feliz con lo que obtuvo y ahora ya lo dejaría en paz.
A su pesar, jaejoong no pudo evitar ruborizarse recordando las imágenes de lo ocurrido y una vergüenza, espesa y ardiente, se fue infiltrando en sus venas.

Se había jurado a si mismo que no cedería ante la arrogancia de Yunho, que no aceptaría sumisamente ese matrimonio impuesto, que nunca abandonaría la esperanza de poder estar con Yoo, su verdadero amor; y había bastado una mirada ardiente de su esposo, unas pocas caricias y él se había derretido como cera caliente ( justamente la que estoy derritiendo para un trabajo tonto). Y eso no podía explicarse a sí mismo, lo sucedido……………..negó con la cabeza cuando las imágenes y el calor de los recuerdos de las caricias de yunho se asomaban, no lograba entender la sumisión de su cuerpo y la única justificación que le venía a la mente era el horrible trauma de verse casado en contra de su voluntad unidos a su inexperiencia.
Así solo así, su esposo…Y..u…. –el nombre se le atragantaba- había conseguido anular por completo su fuerza de voluntad con malas artes, aprendidas sin duda alguna en los burdeles o con sus múltiples amantes, su madre le había dicho que no tenía que hacer caso a las malas lenguas.

¡Ah! Suspiro jaejoong aun en su cama pero yunho se equivocaba si pensaba que el sería una más. Había ganado una batalla pero la victoria final le pertenecería a el. Si esperaba encontrar a un esposo sumiso y rendido a sus encantos se iba a llevar una gran desilusión; lo ocurrido la noche anterior no volvería a repetirse. Ahora Jaejoong estaría preparado y no se dejaría nunca más por un esposo al que detestaba; si yunho insistía en ejercer sus derechos maritales encontraría un hombre frío en la cama. Y al pensar en esto volvió a su mente la entrega apasionada de su cuero y con horror notó como una punzada de deseo emergía desde su vientre bajo. Horrorizado luchó por combatirla hasta que finalmente en su corazón sólo quedó el recuerdo de la humillación de verse unido a un hombre al que detestaba.
Después de haber reforzado su odio contra su esposo, jaejoong llamó a la empleada para que le preparara el baño, deseoso de borrar de su cuerpo las huellas de lo que su esposo le había hecho la noche anterior.

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Yunho entregó su saco, los guantes y su portafolio a Siwon a la vez que preguntaba:

-¿Dónde está mi esposo?- pregunto yunho era la hora de comer y aunque él se había retrasado más de lo debido, esperaba que jaejoong estuviera esperándolo, la verdad tenia una opresión en su pecho por haberlo dejado solo después de lo ocurrido pero tenia que ver los intereses que algún día serian de jaejoong y sus hijos, si algo le ocurría no quería dejar desamparado a su familia.
La falta de respuesta por parte de Siwon y su expresión mortificada le hicieron fruncir el ceño.

-siwon, ¿dónde está mi esposo? -esta vez su palabras sonaron amenazadoramente lentas.

Siwon tragó saliva de forma visible y un tanto exagerada antes de responder, sabía que la respuesta no agradaría en absoluto a su señor y sentía tener que ser él el que le informara. En situaciones como aquella era cuando deseaba no haber alcanzado un cargo de tanta responsabilidad en la casa Jung. Tomó aire y decidió acabar cuanto antes, la mirada de su señor comenzaba a ser abrasiva.

-el señor Jung se ha ido...

-¡¿Qué se ha ido?! -dijo sin dejarle terminar.

-...a casa de sus padres -concluyo Siwon con la voz ahogada- Dijo que usted ya estaba al tanto y se fue apenas se levantó esta mañana.

-¿Qué yo estaba al tanto? -masculló con los dientes apretados y los puños cerrados con fuerza a ambos lados de su cuerpo.
¿Cómo podía tener la desfachatez de decir que él...?
No terminó la pregunta que se estaba formando en su cabeza, un fragmento de conversación había surcado su mente como un relámpago. Cerró los ojos, dejó caer la cabeza hacia atrás e inspiró profundamente.

-Que alisten el coche saldré, Siwon .

-Sí, señor. Ahora mismo.

De camino a casa de sus suegros, se maldijo una y mil veces por haberse olvidado el favor que jaejoong le había pedido. Pero no estaba dispuesto a tolerar que su esposo se pasara todo el día fuera de casa, como había insinuado que haría si no accedía a complacerlo.

Estaba seguro de que era muy capaz de cumplir su amenaza, pero él no toleraría un comportamiento tan caprichoso y consentido. Ahora era la señora de Jung y tendría que atenerse a unas normas y sobre todo, tendría que aprender a respetar sus decisiones de forma sumisa. De no ser así tendría serios problemas, sobre todo jaejoong por que yunho conocía a su familia tradicional y anticuada.

Hay esposo mio.- susurro yunho saliendo de su casa